La venta de pisos en A Coruña creció un 24% en el tercer trimestre de 2016

Los promotores y los negocios inmobiliarios ya tienen sus expectativas puestas en lo que ocurra este año, cuando se confía en que empiece la construcción de nuevas promociones en la ciudad. Sin embargo el stock de vivienda usada ya ha permitido vivir diversos repuntes de las transacciones a lo largo de 2016, que en el tercer trimestre alcanzaron un crecimiento del 24% respecto a las cifras del mismo período de 2015.
Un informe que maneja el departamento de Vivienda del Ministerio de Fomento muestra que los pisos de la ciudad tienen cada vez más potenciales compradores. Tanto es así que entre julio y septiembre –cuando, según los promotores, siempre ha habido más interés por visitar porque los clientes disponen de más tiempo libre– cambiaron de propietario 463 casas en A Coruña frente a las 373 que lo habían hecho en los mismos meses de 2015.
La subida llegó al 24%, un porcentaje del que prácticamente la totalidad de los bienes fueron de régimen libre pues hace años que no se construyen apartamentos de protección. De hecho, incluso el movimiento de viviendas de protección con anterior propietario bajó un 56% en relación al período de referencia y eso a pesar de que, del entorno metropolitano y la comarca de Betanzos, es en la ciudad en el único municipio en el que aún se registran variaciones.
En cuanto a la consideración de viviendas nuevas o antiguas, las primeras siguen experimentando bajadas. Si en el tercer trimestre de 2015 se vendieron 61 de esta tipología, el pasado año se limitaron a 53. En términos porcentuales, la contracción que refleja el estudio del Gobierno central alcanza el 13%.
Por contra, los pisos antiguos de la ciudad y sus dueños viven una época dorada. Recuperado el interés por comprar, a los futuros dueños apenas les queda otra opción que no sea comprar algo de segunda mano y, si así lo desean, reformarlo.
La paralización de las licencias en el departamento municipal de Urbanismo no ha permitido que las constructoras retomaran su labor y, por lo tanto, no han salido nuevas ofertas al mercado inmobiliario. Ante este panorama, en tres meses las empresas inmobiliarias y de gestión de fincas lograron colocar 410 activos antiguos frente a los 312 que habían sido adquiridos el año anterior. A pesar de que respecto a los anteriores trimestres de 2016 se notaron algunos altibajos, el incremento interanual se situó en el 31%.