“Venimos del pop rock oscuro y melancólico, pero también nos gusta el funky”

Helena es la dueña de los estribillos de un grupo que siembra flores azules allá por donde va. De la esencia pop rockera oscura y melancólica al funky, Delafé teñirá la playa de fiesta.

¿Preparando los bártulos?
Sí, ahora tenemos una serie de conciertos muy concentrados y está bien porque después en otoño ya baja el ritmo.

estamos cómodos en los dos estilos y ahora que comenzamos a hablar del próximo, divagamos mucho tocamos muchas veces en galicia y es una alegría

Dicen que los conciertos de Delafé son siempre una fiesta. ¿Qué repertorio tienen preparado?
Las canciones que estamos haciendo este verano son las más emblemáticas y las del último disco “De ti sin mi”. Llevamos batería y suprimimos los instrumentos de viento por un guitarrista. Después, Dani, además de hacer las programaciones, se pone con el bajo y le damos un aire más orgánico.

¿Cómo llegaron a este punto?
Fue con el último trabajo, “De ti sin mí”, que nos alejamos de lo electrónico para ser más una banda de pop rock de toda la vida y como grabamos con Paco Loco, que es muy pop rockero, pensamos que era el idóneo para experimentar con esto.

Ahora que ya lo han probado, ¿dónde se encuentran más cómodos?
Es distinto porque nos cuesta más llevarlo al directo. Con voces programadas todo resulta más fácil. Es un disco de mucha gente tocando y vaciarlo para los conciertos es complicado, pero son dos estilos que nos gustan mucho. Venimos del pop rock más oscuro y melancólico pero también nos gusta el funky. Estamos cómodos en los dos y ahora que comenzamos a hablar del próximo, divagamos mucho. Van viniendo ideas. A veces nos despertamos pensando en algo más analógico, otras en un disco más electrónico. No sé cuándo nos vamos a decidir.

Una de las claves del grupo es el poder que tienen las letras. ¿Cómo surge el proceso creativo?
Las letras las escribe Óscar. Tiene esa facilidad. Es una persona muy observadora y las canciones tienen magia. Dani compone y los dos van un poco de la mano. A veces sale antes la música y otras, la letra. Dani pone las bases y van estructurando los temas. Cuando está la base, me los pasan y les pongo la melodía del estribillo. Es un trabajo de grupo, aunque todos tenemos una función muy concreta.

Y siempre arriesgando.
Creo que sí, sobre todo, en el último disco, que es muy conceptual y un ejercicio difícil para el público, que tiene que escuchar 25 temas, donde jugamos con la doble cara. Las mismas letras con distintas músicas. No hemos llegado como nos hubiera gustado, pero la discográfica nos apoyó en todo momento y eso tampoco es fácil. Como venimos de una experiencia que nos chupó toda la energía, el cuerpo nos pide por inercia algo más fácil.

¿Están contentos de tocar en la ciudad y en un escenario como la playa?
Sí, en Galicia tenemos muy buena acogida de la gente. Tocamos muchas veces al año y es una alegría. Además, está el plus de hacerlo para gente que se acerca sin saber lo que va a ver.

¿Qué le aconsejaría a los grupos locales que van a tocar antes?
Sobre todo, mucha ilusión porque con ella llevas adelante un proyecto. Cuando esta se pierde, es más difícil quedar para ensayar. Al principio no salen conciertos y lo duro es mantener viva la llama solo con ensayos. n