Ve-la luz denuncia las condiciones de la casa de acogida de maltratadas

La asociación Ve-la luz está inmersa en un campaña para cambiar las condiciones en las que viven las mujeres víctimas de violencia de género en la casa de acogida  municipal. La portavoz del colectivo, Gloria Vázquez, insiste en que esas condiciones son “infrahumanas” y que la estancia de las mujeres se parece mucho a la de una cárcel por el hecho de que las idas y venidas están reguladas y la comida es de escasa calidad.
A día de hoy, son seis las mujeres que residen en este centro, con plazas para once, así como cuatro o cinco menores. Para Vázquez, el hecho de que haya tan pocas residentes en una ciudad con cientos de denuncias por violencia de género es una prueba de que pocos quieren ingresar en ella: “Muchas prefieren vivir debajo de un puente, por eso nunca se ha ocupado por encima del 60%”.  La activista contra la violencia de género reconoce que su asociación siempre ha estado en contra de la casa de acogida, como concepto. “No entendemos que una mujer maltratada tenga que ser tratada como si fuera ella la que hubiera cometido un delito, pero es lo que hay”, admite.

confidencialidad
“Allí las mujeres son amenazadas y coaccionadas, tienen que firmar un contrato de confidencialidad”, explica Vázquez. Supuestamente, para que no puedan contar aspectos de la casa de acogida como que la “comida es horrible, pasa por consomé, sopa o engrudo la misma comida a lo largo de cinco días. Las mujeres están cayendo como pájaros por culpa de la gastroenteritis”. Tampoco pueden comer más de la ración prevista o fuera de la hora. “Una de las usuarias amenazó a otra con un cuchillo por dos filetes de pollo. Imagínate las condiciones en las que están”, alerta.
Además, a las madres solo se les ofrece tres toallitas y pañales al día. “O sea, nada”, denuncia, igual que lo hace con la falta de ropa, de escasos juguetes para niños durante las navidades (aunque les dan a escoger entre tres opciones) o las instalaciones inadecuadas: “Llevan meses los agujeros en el techo y  sin  pintura. Cuando llovió, tuvieron que poner cubos”. Además, tampoco hay seguridad infantil en puertas ni enchufes. 
Vázquez mantiene que hay “un montón de personas que pusieron quejas” y expresó su decepción por lo que ha sido hasta ahora la gestión de la Marea Atlántica al frente del Gobierno local: “Teníamos esperanzas en  una persona feminista que cambiara todo con un Ayuntamiento tan progre y feminista”. Asegura que están preparando un video con declaraciones de las afectadas. n