Los vecinos de Riazor proponen un centro cívico en la Casa del Agua

La asociación vecinal de Riazor mantuvo una reunión con la alcaldesa, Inés Rey, en la que le trasladaron su propuesta de crear un centro cívico en alguno de los locales que hay vacíos en la Casa del Agua.

La reclamación de un espacio para los vecinos de esta zona se produce desde hace años debido a la ausencia de un lugar en el que reunirse, desarrollar actividades o simplemente habilitar un lugar para la lectura o de encuentro.

Actualmente les corresponde el Círculo de Artesanos, que está en San Andrés, a la altura de la parroquia castrense, lo que supone una “distancia considerable”, asegura Pedro Méndez, presidente de la agrupación vecinal, quien explica que a muchos de los posibles usuarios les resulta complicado desplazarse hasta este lugar debido a su edad. “A la gente mayor no puedes mandarla lejos”, expone.

En el pasado propusieron los arcados de Riazor para albergar un espacio municipal de este tipo, pero fue una posibilidad que desde María Pita no se recibió con buena predisposición, por lo que ahora transmitieron esta alternativa, que esperan que tenga mejor resultado que la anterior.

Además, la agrupación vecinal reclama al Ayuntamiento una mejora en el mantenimiento del Paseo Marítimo. Ante los cambios que se están anunciando desde María Pita para esta zona, el colectivo reclama que también se lleven a cabo otras actuaciones más sencillas como “la reposición de fuentes o la mejora del pavimento”, que en algunas zonas se encuentra bastante deteriorado. 

“Hay mucha gente que hace deporte o paseo por ahí y que quiere beber y que no puede, han desaparecido todas las fuentes”, detalla Pedro Méndez sobre este aspecto.

Durante el encuentro trasladaron al Ayuntamiento otros asuntos que los vecinos del barrio consideran que necesitan mejoras profundas. Una de estas urgencias es la situación de las aceras en Ciudad Jardín, “levantadas o rotas” en muchos tramos por el crecimiento de las raíces de los árboles.

De este modo, apuestan por mantener los árboles, pero consideran que “alguna solución habrá” para que se pueda volver a caminar por algunos puntos que han quedado prácticamente intransitables debido a los efectos que las raíces de los ejemplares vegetales tienen sobre los espacios peatonales.