Los vecinos de A Gaiteira denuncian constantes robos en los negocios

El pasado lunes, un desconocido allanó el local de la Sociedad Recreativa e Instructiva: reventó un cristal de una pedrada y se llevó el televisor de plasma de la cafetería. “Ni siquiera sé cuanto vale”, comentaron en el local asaltado. Allí no les apetece demasiado comentar el hecho, pero el presidente de la asociación de vecinos de Oza-A Gaiteira-Os Castros, Paulo Sexto, sí tiene algo que decir: considera que se trata de uno más de una pequeña serie de robos que viene afectando a la zona de A  Gaiteira desde hace meses, y a los que la Policía Nacional no consigue poner freno. 
Esta clase de robos con fuerza afectan a toda clase de negocios: jugueterías, tiendas de informática o dependencias de panaderías, según señaló Sexto, que destaca su persistencia. Conviene recordar que este fenómeno empezó en la ciudad en agosto y que en A Gaiteira los primeros robos salieron al a luz pública en esta época y aunque con altibajos (en diciembre, en plena Navidad, se conocieron varios casos) se han mantenido, provocando pérdidas a los pequeños empresarios. 
El valor de lo robado suele ser escaso, pero hay que tener en cuenta los daños que provocan, normalmente forzando las puertas o rompiendo los cristales. Además, obligan a los dueños  de los locales a invertir en seguridad. “Nosotros tuvimos que poner una alarma, pero ahora ya no se acercan”, reconocen en una juguetería de la zona. Pero Sexto considera que lo que realmente hace falta es una mayor presencia policial.
 
Elemento disuasorio 
Sobre todo, lo que desea el representante de los vecinos es que vuelva la Policía de barrio “porque es un elemento disuasorio tanto para los robos como los trapicheos”. Sin embargo, es poco probable que las autoridades adopten esta medida en una época como esta, en la que los recortes impiden sustituir a los policías al mismo tiempo que se jubilan, lo que provoca una reducción de la plantilla. En algunas ocasiones, los fines de semana, la Policía Nacional ha contado solo con una única patrulla para vigilar toda la ciudad.  Sexto pide que se dote de “medios materiales y humanos a las fuerzas de seguridad del Estado”. Lamentablemente, los sindicatos policiales consideran que lo más probable es que la tendencia continúe a corto plazo.
Así que los responsables policiales prefieren emplear otra táctica que no sea la Policía de barrio, sobre todo teniendo en cuenta que, según los mandos policiales, el 80 por ciento de los robos se producen de noche: “En una franja de seis horas se condensa el 70% de los robos”. 
Pero los mandos policiales consideran que tienen la situación bajo control gracias a un dispositivo especial, formado por patrullas de paisano, que tratan de sorprender in fraganti a los ladrones. Por eso animan a los ciudadanos a telefonear sin dudarlo un minuto, porque es su colaboración lo que ha permitido tantas detenciones. De esta manera, en cuanto un vecino llama a la sala del 091 alertando de que se está cometiendo un delito, el coche camuflado llega a tiempo para arrestar a los autores antes de que abandonen el escenario del crimen, lo que facilita que prosperen los cargos contra ellos. 
Además, los propios policías señalan que, a pesar de todo, lo habitual es que se les ponga en libertad tras pasar a disposición judicial a la espera de su juicio: “Nosotros detenemos, pero salen a la calle y sienten sensación de impunidad”. l