Los vecinos contemplaban ayer al otro lado de la calle todo lo que sucedía. Ninguno está contento con lo que ocurre. “Cuando llegaron los okupas no importó porque no molestaban, pero estos están todo el día con gritos y golpes”, comenta uno. Una mujer lo ejemplifica: “El otro día me despertaron a las dos y media de la madrugada por todo el jaleo que armaron; siempre están con los coches arriba y abajo, arriba y abajo”.
Y lo cierto es que hay muchos vehículos estacionados cerca. Algunos señalan que, a pesar de que parte de los chabolistas aseguran que viven de subsidios y no pueden pagarse una casa, entre los coches hay Audis o monovolúmenes o vehículos
de alta gama.