Los vecinos de la Ciudad Vieja denuncian la picaresca para aparcar en la zona reservada

Los vecinos de la Ciudad Vieja denuncian la picaresca para aparcar en la zona reservada
Distintivos oficiales y justificantes alegales conviven en la zona | pedro puig

Cerca de medio año después de la peatonalización total de la Ciudad Vieja todavía se detectan múltiples infracciones que han acabado con la paciencia de los vecinos. Si hasta ahora eran los comerciantes los que más se quejaban de las prácticas irregulares, la Asociación de Veciños da Cidade Vella denunció ayer que existe una picaresca de muchos conductores para aprovecharse de las zonas reservadas como estacionamiento del barrio utilizando un documento de entrega de papeleo en el registro municipal para evitar las sanciones. El colectivo también critica que no se estén regularizando todas las tarjetas por igual de cara al cierre del año y que no exista un control real de todo lo que implican los aparcamientos privativos.
Los vecinos del casco histórico han estado meses aguantando –en casos puntuales también había algún residente cometiendo irregularidades– la falta de un muestreo municipal de los estacionamientos reservados en A Maestranza, junto a la muralla, y al Oceanográfico, por parte del Ayuntamiento. Sin embargo, los últimos paseos para revisar motu proprio el adecuado uso de las plazas ha hecho que el malestar crezca porque no se sancionan comportamientos alegales como el aparcar sin ningún tipo de distintivo o, lo que ven peor, que se utilice la picaresca para estacionar sin ser multados. 

Trucos desde otros barrios
El presidente de la agrupación vecinal, Pedro Fernández Roque, critica que haya coches que lleven utilizando los espacios guardados para el barrio meses sin contar con una tarjeta. En este sentido, como también ha podido comprobar este diario, muchos conductores colocan en el parabrisas un documento que muestra que han solicitado en el registro municipal la tarjeta. 
El problema es que, con independencia de que venga denegada o de que lleven incluso seis meses esperando una respuesta del departamento de Urbanismo, siguen luciendo esos papeles que no suponen un derecho. 
“Nos han dicho que hay unas ocho por resolver y el resto están denegadas por lo que debería hacerse un control policial para hacerse cargo de esta situación”, advierte el representante de la asociación sobre la información dada por los funcionarios. La agrupación conoce algunos casos de residentes en otras zonas que pidieron las pegatinas para poder poner el papel en cuestión a sabiendas de que el distintivo oficial no llegaría. 

Más control policial
Por el momento, dicen, los agentes han hecho la vista gorda al encontrárselos. “Se supone que no están autorizados”, incide Roque, mientras que su homólogo en la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca), Adolfo López, asegura que “la policía debería pasar de vez en cuanto porque hay gente que se aprovecha”.  De hecho, tanto en la Maestranza como, sobre todo, en el Oceanográfico los coches permitidos siguen conviviendo con infractores de toda índole que apenas reciben castigo. 
Tanto Roque como López demandan también que se cumpla lo comprometido y se repartan los mismos distintivos para todos los autorizados, dado que ahora hay tarjetones y pegatinas y se supone que desde enero solo valdrán estas últimas. Desde la asociación de vecinos animan a los afectados a consultar cada caso en el Ayuntamiento. l

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