Varios negocios funcionan con “rescates”

Las reducciones de plantilla, las deudas o los concursos de acreedores ya están a la orden del día entre las farmacias coruñesas. Sin embargo, en ocasiones –cuando se trata de negocios en poblaciones aisladas– se intenta evitar el cierre porque eso supondría un auténtico problema de salud pública. En A Coruña ya existen cuatro oficinas de la zona más rural que subsisten gracias a una línea de ayudas de rescate.  
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia, Héctor Castro, reconoce que “desde hace tres años hay subvenciones para aquellas cuya viabilidad económica está comprometida”. Quizá no consigan los ingresos para mantenerse pero “son necesarias para los pacientes”, por lo que las sostienen.
En cierto modo esto da pie a una contradicción porque los recortes aprietan a estos establecimientos y, finalmente, el Estado tiene que reinvertir en ellos. “El mero hecho de que existan ayudas demuestra que los ajustes deben reducirse”, señala Castro. Es más, una de las posibilidades que se plantean para algunas poblaciones es mantener abiertos botiquines –dispensarios más reducidos– que dependerían directamente de grandes farmacias. n s.d.

Varios negocios funcionan con “rescates”

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