Varios colectivos del ámbito de la movilidad alertan del peligro que causan los patinetes eléctricos

Varios colectivos del ámbito de la movilidad alertan del peligro que causan los patinetes eléctricos
Muchos usuarios no se bajan ni en los pasos de peatones | JAVIER ALBORÉS

La proliferación de los conductores de patinetes eléctricos en la ciudad, de todas las edades y muchos sin ningún tipo de noción sobre una conducción segura, está generando alarma entre vecinos y colectivos del transporte. Varias agrupaciones del ámbito de la movilidad aseguran que no tienen nada en contra de este método de transporte pero consideran que urge tener una normativa porque actualmente están causando muchas situaciones de peligro para el resto de usuarios de las infraestructuras públicas.


Los conductores de patinetes eléctricos se ven cada vez por más puntos de la ciudad y pese a utilizar vehículos motorizados, como no existe una normativa reguladora, estos están en un vacío legal que hace que recorran tramos del carril bici en el centro, que intenten convivir con los peatones en la acera y con los turismos en la calle o que se adentren en el complejo entramado de calles y atascos del polígono de A Grela, como reconocen desde la asociación de empresarios.

Aunque todos quieren dejar claro que no tienen nada en contra de este tipo de movilidad ni de los que la eligen, distintos colectivos como el de taxistas o el de transportistas se muestran preocupados por los riesgos que entraña ese interés de los patinadores por coincidir en el mismo espacio con los coches y camiones. El presidente de la Asociación Radio Taxi, Manuel Quindimil, reconoce que generan “una conducción insegura”.

Tensión en el trabajo
Estos profesionales del volante están a favor de que vayan por el carril bici pero como en muchas ocasiones se incorporan a la calzada “se conduce en tensión por si aparecen”. “Esto es muy peligroso y es necesaria una regulación”, incide. Su homólogo en la Asociación Coruñesa de Empresarios del Transporte (Ascentra) y la federación Fetram, Antonio Señarís, recuerda que “no tienen ni matrícula ni autorización para andar por la vía pública”.


“Se presentan como las personas débiles pero pueden acarrear problemas a la circulación de los vehículos pesados o comerciales”, recalca. Aunque apoyar “la movilidad sostenible” dudan de que esta sea la mejor fórmula para llegar a las zonas industrializadas y más porque, en general, “no utilizan ni chaleco reflectante, ni casco, ni rodilleras”.


Insisten en demandar al Ayuntamiento una normativa en la que la administración local ya estaría trabajando desde hace algún tiempo pero que cada vez corre más prisa porque, cuentan distintos testigos, en la ciudad ya se han producido algunos incidentes de menor importancia.


“La convivencia entre todos es inviable y al igual que para conducir un ciclomotor se necesita una licencia, también se debería pedir para los patinetes porque a fin de cuentas son vehículos motorizados”, reflexiona Señarís.


Para los transportistas incluso deberían tener algún conocimiento del código de circulación vial porque no se requiere carné y porque muchos de los usuarios son menores de edad y, en consecuencia, es seguro que carecen de conocimientos de conducción.

En este sentido, el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas y también de la federación gallega, José Manuel López Madín, “todo lo que implique el uso de las vías públicas necesita una regulación por seguridad y convivencia”.
El colectivo es afín a que se impongan unos estudios mínimos porque “siempre hay algunos irresponsables” y a que se “regulen las edades” para su utilización. Además, concreta que “todo elemento móvil que alcance más de 10 kilómetros por hora debería tener un seguro y saber las normas” para transitar por la calle.

Varios colectivos del ámbito de la movilidad alertan del peligro que causan los patinetes eléctricos

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