Los vándalos destrozan de nuevo el reloj floral durante un botellón

Los vándalos destrozan de nuevo 
el reloj floral durante un botellón
El aspecto del reloj floral dejaba claro que había sido objeto de un acto vandálico | pedro puig

El reloj floral de los jardines de Méndez Núñez ha vuelto a ser objeto durante el botellón de la noche de Halloween de un acto vandálico: la aguja del minutero aparecía doblada hacia arriba, lo que le daba cierto aspecto de reloj solar. Había sido reparada la semana pasada y reinstalada poco más de un día antes de que la aguja volviera a romperse. Se ignoran las circunstancias en las que tuvo lugar el incidente, aunque algunas fuentes recuerdan que en los jardines de Méndez Núñez se celebró un botellón al que acudieron cientos de jóvenes.
En realidad, este problema se repite varias veces al año, de manera que el reloj floral, que se instaló en los años cincuenta, es el que más reparaciones precisa por parte del servicio de mantenimiento municipal, que lo comprueba prácticamente cada día. Pero la mayor parte de las veces los daños se registran durante el fin de semana, que es cuando se celebra el botellón, de ahí que sea inevitable establecer conexiones. “Suelen subirse a él y lo doblan”, comentaron fuentes cercanas.
En algunos casos, han llegado a partir el metal, por lo que ha sido necesario soldarlo y repintarlo antes de volver a instalar las agujas, aunque rara vez el mecanismo resulta dañado por las acciones vandálicas.
 

Las cámaras lo grabaron
Durante el mandato de Carlos Negreira, el Ayuntamiento instaló cámaras de vigilancia en Méndez Núñez. Fue en junio de 2012, cuando el anterior Gobierno local se vio obligado a instalarlas después de que una oleada de actos vandálicos le obligara a repararlo repetidas veces durante ese verano. Las cámaras se controlan desde la sala del 092, dado que se trata de cámaras de seguridad y no de tráfico, y se supone que graban continuamente lo que sucede en
los jardines en cinco puntos distintos (hay una en el estanque, otra en el almacén de jardinería y otra en cada uno de los parques infantiles), por lo que el acto vandálico debe haber sido recogido en la grabación.
Sin embargo, y a pesar de que la existencia de las cámaras está anunciada por carteles, el efecto disuasorio de los dispositivos no ha sido tan grande como se esperaba porque desde entonces el reloj floral ha seguido siendo objeto de actos vandálicos. Si uno se guía por la forma en la que está evolucionando el problema, se diría que no ha pasado el tiempo desde 2012.

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