“Lo que vale es que la canción sea buena y que lo que se meta sea para hacerla mejor”

Pau Roca aparca la bici y en dos minutos se pone a hablar de lo roja que sigue la habitación que dieron en ventilar hace ya 20 otoños con la condición de pertenecer todos al mismo ecosistema, donde ninguno es más que otro y lo único realmente bueno son las canciones. El grupo viene mañana a las 21.00 horas al Garufa Club de la mano de SON Estrella Galicia y con “Sagrado Corazón” (Mushroom Pillow) en la pubertad, después de pegar el estirón en los festivales de verano: “Aún cantamos seis temas que para un álbum nuevo es bastante, pero queremos llevarlo ya a las salas”. Quizá porque en los pequeños reductos es cuando las canciones maduran, Pau augura un concierto largo. De matices incorporados a baladas que son muy baladas y bailables con cuerdas “dentro del concepto ese de radicalizarlas”. 
Así que sin medias tintas se levantan contra todo el mal que arrastra internet y las noticias para tocar en positivo, tras lanzar trabajos “más bajoneros”. Aún así, afirma que lo gris pasa siempre a blanco cuando La Habitación Roja se viste de directo: “Un fan nos dijo en Gijón que siempre que nos ve se pone contento” y en esa función terapéutica que va adherida a sus guitarras, Roca explica que todo este tiempo de aprendizaje pasó “sin darnos cuenta”. Igual por eso nunca se decantaron por hacer un “grandes éxitos”. 
La clave está en tener una forma muy natural de actuar: “Hacemos las canciones, las grabamos y las tocamos”, sin forzar, que es “la única manera que funciona, al menos en nosotros”. Si las cosas se planifican y se piensan estrategias, “nos nos vale”. De ahí que no le pongan fecha a un próximo proyecto. Lo pueden intuir, pero atienden a las señales que les da el cuerpo. 
En su caso, Pau no se considera exactamente un guitarrista porque “si puedo meto teclado o doy una opinión sobre la velocidad de una canción. Lo que vale es que la canción sea buena y que lo que se meta sea para hacerla mejor”. Se confiesa un servidor de las composiciones ya que solo “si estas convencen, la guitarra también”. Al principio, cada uno buscaba más presencia en ellas, pero han sabido quedar en un segundo plano. 
Del nuevo repertorio, el músico destaca “Ahora todo es posible” y “Volverás a brillar”, dos temas muy bonitos que “van a recibir muy bien el paso del tiempo”. Cuando los acabaron de fabricar, lo supo: “Es algo que sientes y te emociona”. 
El diagnóstico que emite La Habitación Roja en “Sagrado Corazón” es “casi siempre el mismo, un poco de tirar hacia delante y ocuparnos de lo que está en nuestras manos”. En el álbum, cuentan además con la colaboración de New Raemon, que “se pasó por el estudio y le dijimos ‘ya que estás, haz algo’”. 
Después surgió la necesidad de meter una voz femenina en “24 de marzo” que sonara a finales de los 60, principios de los 70 y encontraron a Zahara. Ella puso el contrapunto agudo a un invento grave y el trabajo salió a  respirar aire fresco. La ciudad lo saluda ahora en el local de la calle de Riazor con ganas de bailarlo al ritmo que él pida. Un, dos, tres. n