La ventaja de las redes sociales es que permiten interacción evitando el enojoso contacto personal que supone una llamada de teléfono. No solo con las amistades, sino también con las igualmente enojosas instituciones, como el Ayuntamiento, que cada vez recibe más reclamaciones de ciudadanos a través de su cuenta de Twitter. Uno de los primeros en notarlo ha sido el 092, que vio como el año pasado se redujo el número de llamadas a su sala por primera vez en varios años.
En 2019, el número de llamadas recibidas fue del 91.975. Puede parecer una cifra muy alta y, de hecho, son más de 250, un número respetable, pero en los últimos años no había dejado de aumentar, hasta llegar a su tope en 2018, con 97.739. Tradicionalmente, el público llama a la Policía Local por una variedad de temas mayor que a sus colegas de la Nacional. Algunas son emergencias. Otras, no tanto: la llamada puede deberse desde a un perro perdido a una persona caída en la calle, pasando por denuncias de ruidos nocturnos, peleas callejeras y otros verdaderos delitos.
Para todo
La diferencia es que la Policía Local atiende también los casos de infracción de las ordenanzas, como pueden ser medioambientales y muchos problemas de convivencia de los que antes los vecinos alertaban llamando al 092. Ahora prefieren utilizar la cuenta de Twitter del Ayuntamiento. “La usan para todo, para quejarse de cuando ven una losa rota o maleza en un descampado hasta para preguntar cuándo van a hacer esto o aquello pasando por unos niños en un botellón”, se lamenta un funcionario municipal.
En muchos casos, la denuncia va a acompañada de una foto, algo también muy propio de las redes sociales. Este hecho, junto con los comentarios y mensajes compartidos, incita al Gobierno local a tratar de responder en tiempo real, sin importar muchas veces la importancia intrínseca de lo que se denuncia.