La Universidad y Mapfre revelan que cada año mueren 400 personas al ahogarse

Galicia aprobó en el estudio realizado por la Universidad, en colaboración con las dos otras instituciones académicas gallegas y la Fundación Mapfre, sobre las muertes y los accidentes por ahogamiento en el entorno acuático-marino. Sin embargo, los resultados se circunscribieron a los meses de julio y agosto del año pasado, pues cada año fallecen en España unas 400 personas por este motivo.
El Paseo Marítimo, a la altura de la playa de Riazor, fue ayer el escenario de la presentación de un informe realizado por 17 investigadores y profesores de las tres universidades gallegas comandado por el profesor José Palacios, como miembro de la Fundación de la Universidad de A Coruña. Tras desarrollar un estudio a pie de campo sobre los hábitos de los bañistas en piscinas y, sobre todo, arenales con bandera azul de toda España, se determinó que la mayoría de los incidentes vinculados al ahogamiento ocurren entre las 12.00 horas y las 20.00 horas, dentro del horario de los servicios de socorrismo y cuando se realizan acciones que, a priori, no suponen riesgo alguno. “El 83% de las incidencias detectadas se produjeron mientras ondeaba la bandera verde o amarilla, que permiten el baño”, concretó Palacios.
Con estos datos, en el acto –en el que participaron la infanta Elena; el concejal de Servicios Sociales saliente, Miguel Lorenzo; el director del Área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Jesús Monclús; y el director territorial de Mapfre para el Noroeste, Javier Soto– se abogó por la prevención para evitar tantas muertes y lesiones graves.
Aunque señalaron que en las piscinas públicas no suelen darse accidentes graves, esto sí ocurre en las privadas aunque es imposible conseguir los datos. “Para frenar los riesgos tenemos que investigar las situaciones en las que se producen e informar y sensibilizar a la población”, destacó Palacios, que defendió la necesidad de ofrecer formación preventiva a la población.
Precisamente por ello varios alumnos de Formación Profesional de ciclos vinculados a la salud realizaron ayer prácticas de RCP en unos talleres en los que contaron con los investigadores del proyecto como monitores.