Una subasta de pistolas y escopetas con unos precios que apuntan demasiado alto

Una subasta de pistolas y escopetas con unos precios que apuntan demasiado alto
los aficionados examinaron una por una las armas buscando por las que pujar patricia g. fraga

Cada cierto tiempo, la Guardia Civil celebra una subasta de armas en las dependencias de su Comandancia, en Médico Rodríguez que se convierte en un acontecimiento para los aficionados a la caza o al tiro deportivo. Este año, sin embargo, todos estaban de acuerdo en dos cosas: la mala calidad el armamento expuesto en la sala de actos y su alto precio. Muchos de los aficionados, entre los que se encuentran agentes del Instituto Armado, paseaban entre las mesas donde se alineaban, encadenadas, hasta 594 armas de fuego entre carabinas, escopetas, pistolas y revólveres, sin encontrar nada de su agrado. Y es que los dueños de las armas han apuntado muy alto a la hora de poner el precio.
“Este es el segundo año en el que el precio de salida lo fija el dueño del arma y claro, cada uno piensa que su arma es especial”, explica el agente Ramón Villanueva. Pero el valor sentimental rara vez es tenido en cuenta por los compradores, que se fijan más en el estado del arma. “Están mal, o precio e elevadísimo, as armas son moi vellas e non hai ningún rifle”, explica José Diaz. Desde hace cuatro o cinco años, esta aficionado no se pierde ninguna subasta de armas de la Guardia Civil, pero en esta ocasión cree que se irá de vacío.
No es solo cuestión de precio. Sobre las mesas hay una gran variedad de precios, por lo menos de salida, que oscilan entre los ocho y los tres mil euros. Pero algunas tienen los cañones oxidados y las culatas desgastadas y sobre todo, nunca se sabe si funcionan o no: “Ese es el problema. En una armería te dejan probarlas antes de comprarlas y eso que son nuevas. Aquí no puedes estar seguro y encima, vale lo mismo”.

“En una armería te dejan probarlas antes, eso que son nuevas. Aquí no puedes estar seguro”

con cuatro cañones
“Muchas de estas armas acabarán regresando a sus propietarios”, sentencia otro agente, que asegura que ya había llamado a unos amigos, aficionados como él, para que no se molestaran en venir. “Porque es que no vale la pena”. Y eso, a pesar de que se puede ver alguna que otra pieza curiosa, como un pequeño revolver de cuatro cañones.
Pero la subasta no se celebrará hasta la una de la tarde del viernes. Hasta entonces, todo el que lo desee puede examinarlas de nueve a dos de la tarde y presentar una subasta en sobre cerrado en los impresos oficiales que se proporcionan allí. Otra de las novedades que se implantaron el año pasado es que el dinero debe moverse a través de entidades bancarias hasta la cuenta del dueño del arma, que en muchos casos es alguien que ha perdido su licencia por un motivo u otro. Los beneficios irán para los particulares, otros propietarios recuperarán sus armas y las demás, pasarán de hacer fuego a fundirse en el de la chatarrería. n

Una subasta de pistolas y escopetas con unos precios que apuntan demasiado alto

Te puede interesar