Una reforma desata las quejas en cuatro centros especiales

Una reforma desata las quejas en cuatro centros especiales
el servicio de comidas se trasladará al centro de menores susy suárez

Una previsión de obras para cambiar el suministro del gas en la cocina del Centro de Atención a Personas con Discapacidad de A Coruña (antiguo Santiago Apóstol) ha provocado un aluvión de críticas por parte de los trabajadores de la instalación, así como del personal del colegio María Mariño, el centro de día y el centro de menores San Xosé de Calasanz. El comité de empresa denuncia que esa reforma conllevará que se cierre la cocina de un centro y la elaboración de “más de un centenar de menús” se traslade del día 16 al 21 a las instalaciones del centro de menores, de cuyas “condiciones higiénico-sanitarias” dudan.
Los representantes se quejan de la decisión porque causará dificultades para alimentar a las decenas de discapacitados que comen a diario en los cuatro centros. La delegada de UGT Susana Labón recuerda que la Xunta decidió cerrar la cocina de esta instalación hace meses para ahorrar y que ahora no se puede asegurar que “se cumplan las condiciones higiénico-sanitarias”. Además advierte de que cada una de las raciones tiene sus particularidades. Algunos menús deben servirse sin sal, otros triturados y otros tienen que sumar un número de calorías determinado y temen que las instalaciones del San Xosé de Calasanz no permitan que los cocineros trabajen con todas las herramientas precisas.
Labón también apunta a que el traslado generará retrasos en los horarios, que darán al traste con los turnos de trabajo. “Esto demuestra falta de planificación”, dice, puesto que los empleados hubiesen preferido los cambios en Semana Santa.

Una reforma desata las quejas en cuatro centros especiales

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