Una mujer intenta atropellar a dos policías para escapar de un control

redacción > a coruña
  El pasado miércoles, agentes de la Policía Nacional consiguieron arrestar a una coruñesa de 32 años que escapó de un dispositivo de control de drogas y armas después de intentar atropellar a dos agentes. El arresto se practicó poco después de que intentara la fuga. Según la Jefatura superior, los hechos tuvieron lugar alrededor de las once y media de la mañana, cuando la ciudad estaba sufriendo los efectos del temporal de viento y lluvia.
A esa hora, varias patrullas policiales se encontraban en la avenida de Finisterre, a la altura del polígono de A Grela, formando parte de un dispositivo rutinario de control. Dos agentes dieron el alto a la mujer y uno de ellos la reconoció inmediatamente, porque había sido detenida hacía menos de 30 días como sospechosa de un robo con fuerza.
La mujer se dio cuenta de que iban a registrar su vehícuo y a identificarla, por lo que decidió escapar: arrancó el coche y se lanzó contra los policías, que consiguieron evitar que el vehículo les arrollara saltando a la cuneta mientras el vehículo se dirigía hacia el centro de la ciudad. Los agentes radiaron la alarma inmediatamente e iniciaron la persecución de la fugitiva.

Evasión > Pero el mal tiempo convirtió el seguimiento en algo muy peligroso, porque había incitado a mucha gente a desplazarse en coche, así que la avenida estaba llena de vehículos a esa hora. Además, la lluvia limitaba la visibilidad. Aún así, los policías trataron de seguirla, pero ella se saltó varios semáforos en rojo y los otros conductores tuvieron que hacer varias maniobras evasivas para no colisionar, con lo que acabaron cruzándose en la calzada delante de los coches patrulla.
Al final, la mujer consiguió perder a sus perseguidores pero para entonces ya se había radiado a las demás patrullas la descripción del vehículo, así como la dirección de su huida, y varios coches policiales más comenzaron a peinar la zona. En unos minutos, localizaron el turismo abandonado en una calle: la fugitiva lo había dejado atrás porque el tráfico era tan denso que le impedía escapar. Ella misma fue localizada a solo unos metros del vehículo y detenida, aunque no sin esfuerzo, porque forcejeó con los agentes a los que dedicó también una larga lista de insultos y amenazas. Su huida había durado apenas unos minutos.
La mujer, una vieja conocida de las autoridades, no cejó en su resistencia en ningún momento, incluso cuando fue trasladada a la comisaría de Lonzas, donde protagonizó un nuevo episodio de violencia al tratar de impedir que se le registrara en el calabozo, amenazando a la mujer policía, que tuvo que reducirla para poder realizar su trabajo.