Una fiesta nocturna de universitarios desembocó en la tragedia del Orzán

La de ayer pasó de ser una noche de fiesta a otra de tragedia en tan solos unos minutos. A las cinco de la madrugada, tres agentes del 091 y un estudiante eslovaco fueron arrebatados de la arena del Orzán por un mar embravecido sin que sus compañeros ni lquienes colaboraron en su intento de rescate pudieran evitarlo. Un testigo de lo sucedido, Antón Cobián, recuerda que \“había como 40 policías, con el agua hasta la cintura, tratando de ayudar a sus compañeros\”. Alrededor de las nueve de la mañana, la \“Salvamar Myrfak\” descubría el primer cuerpo frente a las aguas del Aquarium Finisterrae: eran los restos de Javier López López, un policía nacional de 38 años.

López había respondido junto a sus compañeros a un aviso vecinal que informaba del comportamiento imprudente de unos jóvenes en el arenal del Orzán. Esa noche se celebraba una fiesta de Erasmus a la que había acudido jóvenes de diversos lugares. Era ya la hora en que la animación se trasladaba de los locales del Orzán a los after-hours cerca de Las Esclavas. Un grupo de estudiantes decidió bajar al arenal. \“Estaba en el Paseo hablando por teléfono y les vi: orinaban en la playa cuando vino una ola muy fuerte\”, recuerda Cobián. La versión oficial, facilitada por el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, es que habían bajado a mojarse los pies.

En todo caso, los estudiantes de Erasmus, entre los que había cinco eslovacos, no tenían intención de introducirse completamente en el agua, pero no contaban con que era la hora de la pleamar durante una alerta naranja: olas de cinco metros golpeaban continuamente la orilla, hasta alcanzar los muros del Paseo. Fue una de estas la que se llevó al estudiante de Bratislava Tomas Velicky, de 23 años. Los primeros agentes en acudir fueron policías de paisano: López y su compañero, Rodrígo Maseda Lozano, de 36 años y natural de Burela. Junto con una pareja de patrulleros y varios civiles formaron una cadena humana y usaron una cuerda para intentar rescatar al joven.

Gritos > \“Se oían los gritos pidiendo ayuda\”, asegura Cobián. Entonces el mar volvió a golpear, y una ola se llevó a los dos agentes de paisano y sumergió completamente a un coruñés de 26 años identificado como Adrián Doce González, que formaba parte de la cadena humana. En un alarde de valor, uno de los policías uniformados se tiró al océano para tratar de salvar a sus compañeros. Se trata de José Antonio Villamor, de 34 años y natural de Friol (Lugo) que dejó atrás al otro patrullero a cargo del equipo (botas, pistolas, radios) y para que guiara a los refuerzos. No se volvió a ver a ninguno de los cuatro desaparecidos con vida.

Doce tuvo que ser trasladado al Hospital aquejado de hipotermia mientras la playa se llenaba de policías, bomberos y voluntarios de Protección Civil. Pero, a pesar de todos los esfuerzos y medios empleados, no se localizó a ningún superviviente. Tras la aparición del cuerpo de López, el único rastro que se pudo hallar de los desaparecidos, ya a media mañana, fueron unas ropas que se descubrieron entre los escollos de la Coraza ante la mirada consternada de amigos y familiares.

Una fiesta nocturna de universitarios desembocó en la tragedia del Orzán

Te puede interesar