Un perito constata el trastorno delirante de una mujer juzgada por martirizar a sus vecinos

 Un trastorno delirante de larguísimo recorrido y focalizado en sus vecinos. Con este diagnóstico describió ayer una médico forense la patología que aqueja a una mujer, residente en el barrio de San Roque, y acusada de coacciones y calumnias por el comportamiento que durante años desplegó contra los residentes del piso superior al suyo.

El juzgado de penal 3 celebró ayer la vista, y aunque la procesada rehusó prestar declaración, sus denunciantes sí relataron los ataques que sufrieron desde el año 2005 y hasta que, a mediados de 2008, decidieron mudarse a otra residencia, dada la tensión que les generaba el comportamiento de su convecina; desde las notas que colgaba en su puerta, y en las que los tachaba de “siniestra”, “lesbiana” o “acosador”, hasta los gestos que hacía cuando ellos subían por la escalera y ella ase asomaba y hacía ademán de vomitar.

La denunciada estuvo ingresada en un centro psiquiátrico en el año 2008, pero la acusación particular sostiene que, tres años antes, su patología no revestía entidad suficiente para considerar que anulara totalmente sus capacidades. La culpa de delitos de calumnias, injurias y coacciones y reclama para ella prisión y multas, además de 32.000 euros en favor de los perjudicados, que tuvieron que abandonar un piso de renta antigua solo para alejarse de ella.

La Fiscalía, por su parte, entiende que su enfermedad domina su conducta y en ese sentido solicita que se le imponga tratamiento, que puede ser ambulatorio, a la vista de su mejoría una vez que sus vecinos abandonaron el edificio y ella se sometió a medicación.

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