Un colectivo de artistas convierte el número 46 de San Andrés en un taller donde la crisis “No importa”

Buscaron cobijo en una de las calles con más récord de locales vacíos. San Andrés les acoge encantada, cansada de tener que ver cómo sus inquilinos de toda la vida echaban la reja. El número 46 es desde ayer un hervidero de ideas. Un edificio ocupado por artistas de distintas disciplinas con un espacio común en la planta baja. Para proyectar sus trabajos en la calle. Lo más cerca de la acera posible. Y completarlos con los de otros.

El pintor Óscar Cabana, los arquitectos de Somaa Arquitectura y Lasonceymedia, la diseñadora Inés García, el fotógrafo Pablo Mella, el escultor Enrique Tenreiro y el arquitecto en red Alberto Alonso dicen bien alto que “No importa” porque les trae sin cuidado la crisis y “que el centro esté decayendo”. Ellos pondrán las ganas en el asador porque “somos jóvenes, confiamos en nuestro trabajo y vamos a ir a por todas”, dice Cabana. A falta de perfilar un calendario para la planta cero, pensada como un espacio multidisciplinar, la sociedad de creativos están abiertos a recibir propuestas en su web www.no-importa.com.