Un turismo cae del muelle y golpea el casco del barco del servicio de Aduanas

Una grúa sacó ayer un chorreante Vokswagen escarabajo de las aguas del muelle de A Palloza después de que pasara toda la noche a remojo. Según explicaron desde la Autoridad Portuaria, el coche había caído al agua sin nadie en su interior, no sin antes golpear el casco del barco del servicio de Aduanas para después hundirse en las aguas.. 

El incidente tuvo lugar a las doce y media de la noche, que fue la hora a la que se alertó a la torre de control de lo ocurrido. Según explican desde el Puerto, a pesar de esa hora avanzada de la noche, hay mucha actividad económica en la lonja, con compradores y vendedores entrando y saliendo continuamente. Ahora bien, en la lonja existe un gran aparcamiento, donde suelen estacionarse los camiones, pero que en ocasiones los compradores acercan el vehículo hasta los mismos muelles por comodidad. En este caso, el conductor de vehículo obró así, pero no adoptó la precaución de poner el freno de mano. 

El Puerto activó el protocolo anticontaminación, aunque las aguas no se vieron afectadas 

Cuando el conductor salió del vehículo, este empezó a rodar hasta el borde del muelle, donde se encontraba amarrado la lancha del servicio de Aduanas. Y fue entonces cuando golpeó su casco. Sin embargo, desde la Autoridad Portuaria aseguran que el impacto no provocó graves daños en la embarcación del servicio público. 

Los buzos alertados 
Una vez alertados de lo que había ocurrido, desde el Puerto enviaron a un equipo de buzos para que comprobaran que no había ningún cuerpo en el interior del vehículo sumergido, como realmente. También se activó el servicio de emergencia por si se producía un episodio de contaminación. 

Aunque ninguna de estas precauciones resultaron ser necesarias, fue necesario esperar al día siguiente para retirar el vehículo del agua. La Policía Portuaria cortó el acceso al muelle para que la grúa pudiera maniobrar. Una vez en el suelo, fue retirado por un remolque, quedando el problema solucionado a partir de las once de la mañana. 

Por otro lado, esta clase de incidentes se repite de cuando en cuando en una ciudad como esta, abierta al mar. En mayo de 2017, una furgoneta del servicio de mantenimiento del túnel de la propia Marina y O Parrote que estaba estacionada cayó al agua tras un supuesto incidente con el sistema de frenado de la misma. Los equipos de emergencia tardaron algo más de dos horas en reflotar el vehículo en el mismo punto en el que se precipitó al mar. Sin embargo, esta clase de incidentes son más comunes en los puertos pequeños, donde el acceso del público no está tan restringido, y donde se puede  aparcar junto al mar.

No es casualidad que la mayor parte de estos incidentes, en los que un coche acaba precipitándose al agua tengan lugar en la zona con acceso al público, tanto en los muelles deportivos como en las cercanías del dique. En 2016, un coche se hundió en el agua en la dársena de la Marina, en la zona del dique donde se encuentra el Nemo Bar.  El vehículo fue retirado del agua por una grúa a lo largo de la tarde. Los investigadores sospecharon que el  conductor olvidó el freno de mano.