La Tuerka 27 se traspasa con la intención de que los nuevos sigan ofreciendo artes escénicas

La Tuerka 27 se traspasa con  la intención de que los nuevos sigan ofreciendo artes escénicas
28 diciembre 2014 página 04 / 07 enero 2015 página 15 A Coruña.- La sala La Tuerka 27 celebra su tercer aniversario

La Tuerka 27 cerrará en el mes de junio porque los dos artistas al mando del espacio cultural, Iria Ares y Daniel Currás, emprenderán dos nuevos proyectos que les impedirán compaginar su tarea de programar metroteatro en la calle de Doctor Fleming.
La idea es traspasar el local a unos nuevos inquilinos que sigan manteniendo la oferta cultural de forma idéntica o similar. Por eso, la pareja anuncia con tanta antelación el final de la actividad con el objetivo de disponer de tiempo suficiente para recibir propuestas vinculadas con las artes escénicas y colaborar en todo lo que puedan para introducir a los nuevos artífices culturales en la tarea de servir títulos frescos varios días a la semana.
Iria Ares explicaba que aunque la noticia no deja de ser triste, esta vez no es la crisis la razón que les obliga a echar la verja. En realidad, las nuevos retos que se plantean en 2015 son oportunidades en las que poder crecer como creadores.
Ares explicaba a este periódico hace unos meses que La Tuerka 27 no era rentable económicamente, pero sí desde una perspectiva artística porque de otra manera, ellos no podrían llevar a las tablas las obras que están ofreciendo. La actriz contaba que esa libertad de la que se llevaban alimentando desde hace tres años no se pagaba con dinero en una trayectoria que engorda con distintas etapas.
En este tiempo, La Tuerka 27 importaba de Madrid una fórmula que viene a confirmar que el teatro es más emocionante todavía en la distancia corta. Escuchando cómo respiran los intérpretes, los espectadores sienten las historias como suyas en cuatro salas donde no caben más de diez porque, de atestarla de gente, se perdería la esencia.
Ahora que llega el momento de mirar hacia otro lado, la emprendedora invita a los coruñeses a coger el testigo porque es importante que la cara b de la cultura siga teniendo sitio en la ciudad. De ahí que se ofrezcan a ayudar a los siguiente inquilinos a lo largo de estos meses. Sería una especia de aclimatación para que no se enfrenten solos al vacío empresarial.
En este caso, los dos comenzarán un proyecto formativo en colaboración con la escuela de música Rock School Coruña, donde no solo enseñarán a expresarse delante de una cámara. Irá más allá. Al mismo tiempo, están metidos en una producción audiovisual.
Ares y Currás completarán así un ciclo en el que estuvieron muy pegados a la butaca para ver qué sentía y donde también se hicieron más grandes a fuerza de rodaje. Para completar las opciones de ocio de la ciudad con teatro, pero también con galas de humor, magia, monólogos, conciertos de música y talleres.

La Tuerka 27 se traspasa con la intención de que los nuevos sigan ofreciendo artes escénicas

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