Tres encapuchados atracan un café a punta de pistola

La Policía Nacional recibió ayer la denuncia del dueño del café bar El Detalle, en el número 54 de la avenida de Os Mallos, en la que aseguraba haber sido atracado por tres hombres cubiertos con pasamontañas que le encañonaron con una pistola cuando iba a cerrar su negocio, alrededor de las tres de la madrugada. Después de retenerle durante cerca de dos horas, se fueron llevándose consigo el producto del robo, cerca de 1.500 euros, según los cálculos de su mujer.

La víctima, de 39 años, fue sorprendido por los tres hombres cuando estaba a punto de bajar la reja y le empujaron al interior del local. Una vez en el suelo, comenzaron a agredirle. “Le pegaron patadas en la cabeza, por todas partes”, explicó la dueña del local, que aclaró que el estado general de su marido es bueno, aunque esté lleno de magulladuras. Una vez reducido por los delincuentes, éstos le habrían obligado a sentarse en una de las sillas mientras registraban el establecimiento en busca de dinero. “Nos han desvalijado completamente”, aseguró la mujer, que cifra el importe de lo robado en 1.500 euros.

La razón por la que los ladrones retuvieron a la víctima durante dos horas, de tres a cinco de la mañana, fue porque se dedicaron a servirse copas y a jugar a la máquina tragaperras mientras uno de ellos vigilaba al dueño y lo mantenía encañonado. Curiosamente, no reventaron la máquina, para llevarse al dinero, algo que es muy habitual en los robos en bares. Simplemente se fueron llevándose lo que había en la caja, aunque la cifra varía porque, según fuentes próximas a la investigación, en un principio en la denuncia se habría mencionado 400, y luego 700 euros.

 

insólito

El atraco es insólito no solo porque los ladrones hubieran retenido a la víctima durante dos horas, sino porque también utilizaron un arma de fuego. Es más habitual que los delincuentes esperen a que el establecimiento eche el cierre para reventar la puerta y robar lo que puedan de la caja registradora pero sobre todo de la máquina de tabaco y de la tragaperras, antes de darse a la fuga. “Aquí no podrían haberlo hecho –argumentó la esposa de la víctima– porque tenemos una reja muy fuerte que protege la puerta”. n

 

Tres encapuchados atracan un café a punta de pistola

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