Treinta años de la muerte de Tomás Barros Pardo

Hace treinta años, el día 3, fallecía en esta ciudad Tomás Barros Pardo (Toledo 1922-Coruña 1986), poeta, pintor, autor teatral, ensayista y, sobre todo, gran humanista gallego del siglo XX, cualidad ésta que impregna su labor en todos los campos en que ha trabajado incesantemente desde los 14 años hasta sus últimos días.
Muy implicado con la sociedad gallega desde los tiempos de la posguerra (pues aunque nació en Toledo ha vivido desde los 6 años en Galicia, la tierra de sus padres), la temática de toda su obra traspasa esta frontera tanto espacial como temporalmente.
Así, el simbolismo y el pensamiento más abstracto asoman con fascinación en sus composiciones pictóricas (“El Quijote”, “Prometeo”, “Diógenes”…) y en sus obras de teatro y poesía (“El helecho en el tejado”, “Berro diante da morte”, “Abraio”, “A Imagen y Semejanza”, “Fausto, Margarida e Aqueloutro”…).
Cofundador con Miguel Carlos Vidal y Mario Couceiro de Aturuxo (Ferrol), revista bilingüe de poesía y crítica que acogió a la mejor lírica española de aquellos años, ilustrada por Isaac Díaz Pardo y Segura Torrella. Colaboran en ella José Leyra Domínguez, Luz Pozo Garza, Xohana Torres y Miguel González Garcés, entre otros. Ya en A Coruña, funda y dirige –con Luz Pozo Garza– en 1975 la revista de poesía y crítica Nordés, con Luis Seoane como ilustrador, en la que colabora prácticamente todo el colectivo de poetas gallegos de la época y buena parte de portugueses y españoles.
Miembro correspondiente de la Real Academia Galega da Lingua, con nombramiento de fecha 26-03-1980, desafortunadamente no se premia ningún año con el Día das Letras Galegas, organizado por esta entidad.
También es número de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario desde mayo de 1986, promovido por José Leyra Domínguez, quien se iba a ocupar de contestar al discurso del nuevo académico en el acto de su recepción pública en la Institución. 
El discurso de Barros llevaba por título “Ritmo y abstracción” (extracto del libro con el mismo título). Su fallecimiento, acaecido el día 3 de septiembre de 1986, impidió el ingreso formal en la Academia. Durante este año publicarán su discurso de ingreso y la contestación del académico José Leyra Domínguez.
Con un estilo absolutamente anacrónico, sus cuadros no dejan indiferente a quien los observa, quedando patente en todos ellos el conflicto técnico “forma-cor” (como lo solía denominar el propio autor), que va evolucionando con el tiempo hasta el final de sus días en que, según sus propias palabras, es cuando sabe lo que quiere hacer en pintura y cómo hacerlo. Sus ensayos tratan diversos temas: “Ritmo y abstracción” (profundo análisis de la evolución del arte abstracto); “Fases abstractivas en la obra de Luis Seoane” (inédito-arte); “Los conflictos ideológicos y las tres modalidades de conciencia” (inédito – filosofía, ética, religión); “Teoría de los contrarios” (inédito - filosofía); “El símbolo de la sombra en Rosalía y en la poesía” (inédito); “Teatro y abstracción” (inédito);… Como no podía ser de otra manera, sus inquietudes intelectuales empapan todo lo que hizo.
Como suele ocurrir (nadie es profeta en su tierra), su obra ha obtenido un reconocimiento internacional (Primer Premio Internacional de Poesía del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de New York, por la obra “A Imagen y semejanza” en 1972) y ha sido objeto de estudio tanto en Estados Unidos de Norte América (Estelle Irizarry) como en Canadá (Paul McDermid). Y es tras su fallecimiento cuando más se investiga su obra (Antía López García, Alfredo Rodríguez López-Vázquez, Aurora Marco, María Luisa Candal, Ánxeles Penas, Antonio Garrido, Xulio Valcárcel…), sobre todo la de teatro, siendo objeto de estudio y análisis en la Universidades de Santiago y A Coruña.
Sus hijos, herederos de todo su patrimonio cultural, desean reivindicar desde estas líneas su recuerdo y el reconocimiento merecido de toda su obra –de la que todavía existe bastante inédito – que nunca fue apreciada en su justa medida.
Para ello, van a realizar durante el transcurso de este año diversos actos conmemorativos, mediante donaciones de sus cuadros a las distintas entidades públicas y privadas que han colaborado con el autor y reconocido su labor artística, cultural e intelectual, principalmente en A Coruña y Ferrol.

Treinta años de la muerte de Tomás Barros Pardo

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