El tráfico portuario aumentó un 10% durante el primer trimestre del año

La Autoridad Portuaria anunció ayer el cierre de un nuevo trimestre de actividad en los muelles con balance positivo. Entre enero y marzo los tráficos crecieron casi un 10% con respecto al mismo período del año pasado, algo que potenciaron las subidas de pedidos de materiales de construcción.
Aunque el Puerto no reveló datos concretos de marzo –que sí señaló como un mes de ascenso–, destacó ayer que en lo que va de año ya se han movido 3.453.801 toneladas de distintos productos entre la dársena exterior y el recinto urbano. El dato implicó una mejoría del 8,92% con respecto a la etapa de referencia en 2015. 
Los graneles líquidos y los sólidos están detrás de la mayor parte de los movimientos, pero el incremento más reseñable en este trimestre se produjo en la mercancía general. La variación alcanzó el 38,39%, lo que implicó superar las 244.000 toneladas. Según fuentes de la institución, las operaciones con varilla de acero se triplicaron y el alambrón creció un 90%. 
En cualquier caso, la palanquilla –otro material ligado a la construcción– fue la que registró un mayor volumen de tráfico. Este producto sigue ganando protagonismo a un ritmo del 38% por encima de 2015 en este inicio de año. 
Los graneles sólidos tuvieron mucha demanda (tanto en cargas como descargas) entre enero y marzo. Estos aumentaron casi un 13% llegando a superarse 1.200.000 toneladas. Pese a la caída del carbón, los graneles agroalimentarios compensaron las cifras. Así, la mejor evolución fue en piensos y forrajes y en cebada y trigo. También el cuarzo repuntó. 
Desde el Puerto apuntaron a que en esta subida “se está percibiendo ya el impacto de la consolidación de los tráficos en punta Langosteira”. Hasta finales del mes pasado por el puerto exterior pasaron 430.000 toneladas, “lo que constituye el 35% del total de graneles sólidos cargados y descargados” en todo el complejo.
Respecto a los líquidos, principalmente ligados a la refinería de Repsol, en estos tres meses la mayor escalada se experimentó en los productos refinados tales como el gasoil (de 32.000 toneladas a 150.000) y el fueloil (con un ascenso del 57%).