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jueves | 18 abril | 2024
El mercado inmobiliario se encuentra en una situación de mejora tras los años de crisis e imposibilidad de los ciudadanos de convertirse en propietarios. Dentro de todos los actores que entran en la escena del sector, las tiendas de muebles son las que, durante los últimos años salen peor paradas en la ciudad de A Coruña. “Ahora mismo hay otro tipo de consumo en cuanto a muebles y los jóvenes tienen otras prioridades a la hora de amueblar una casa”, explica el presidente de la Federación de Entidades Empresariales del Comercio de la provincia de A Coruña, Miguel Agromayor.
La existencia de grandes multinacionales dedicadas al comercio de un mueble más económico y efímero, sumado a la tendencia en la comarca cada vez más dirigida al alquiler y no a la compra de pisos, se traduce en un empeoramiento del sector del mueble. “Hay un cambio en los hábitos de consumo y las tiendas dedicadas a la venta de muebles sufren las consecuencias”, explica Agromayor. Para competir contra estos grandes establecimientos con precios reducidos, gran parte de las mueblerías que todavía sobreviven lo hacen a costa de bajar precios o liquidar algunos productos por debajo del coste real para mover el stock.
Cierres
“En 2015 se había cerrado una veintena de tiendas más o menos. A día de hoy, si hace un par de años había 30 establecimientos dedicados a muebles, ahora quedan diez”, comenta el presidente de la Federación de Comercio de A Coruña. El concepto del mueble ha variado con el paso de los años. “La gente prefiere muebles de baja calidad, con diseño más moderno y que se puedan renovar cada pocos años. Es un cambio de mentalidad”, reconoce.
“La estabilidad del Gobierno central influirá en la economía y en el consumo”, explica Agromayor
La tendencia negativa para los locales de venta de muebles, según indica Agromayor, continuará por el camino actual. “No ha mejorado en los últimos años, pero ahora mismo se encuentra estabilizada”, dice. Un factor que para Agromayor puede decidir el futuro de este sector es la formación de un Gobierno estable tras las elecciones del 10-N. “La estabilidad del Ejecutivo influirá en la economía y en el consumo”, sostiene.
Otro de los grandes inconvenientes es la situación de la vivienda en A Coruña, donde, pese a que el sector inmobiliario se ha recuperado de los peores años, está marcado por el alza de los precios en los alquileres y una renta per cápita cada vez menor que imposibilita adquirir una vivienda en propiedad. En la actualidad, la ciudad herculina solo dispone de 700 viviendas en alquiler pese a las más de 19.000 que están vacías. Además, el “boom” de los pisos vacacionales provoca que la oferta de pisos en régimen de alquiler sea cada vez menor. Y, como indican las cifras, las tiendas de muebles sufren los efectos más negativos.
