El de la Tercera Ronda será ya el cuarto radar de tramo de A Coruña

La Tercera Ronda (AC-14) estrenará muy pronto el más reciente radar de tramo que instala la Dirección General de Tráfico (DGT). Hace tres años, ninguna de las vías gallegas contaba con este novedoso sistema de detección, pero hoy en día la DGT está instalándolos en muchas de las principales arterias que conectan la ciudad:  uno en la AG-55 (que une A Coruña y Carballo), en la zona del viaducto de Loureda, a su paso por Arteixo, y otro en la AG-64 (la autovía de Ferrol a Vilalba), en la bajada de As Pontes a Ferrol. A esto hay que añadir el que existe en la AP-9, a la altura del túnel de O Sartego.
 Y ahora, en la  nueva vía libre de peajes de A Coruña: la Tercera Ronda, que se inauguró el sábado. Las fuentes consultadas aseguran que la instalación del radar de tramo es inminente, porque la nueva autovía urbana cuenta ya está preparada para albergarla, y estará situada justo donde se bifurca en un ramal que lleva a la ronda del Pavo Real y otro, a la glorieta de Lonzas, donde empalma con la avenida de San Cristóbal y la de Salgado Torres.

más difícil de eludir
Esta parte del recorrido tiene un trazado tortuoso porque ha sido necesario salvar muchos obstáculos, algo habitual en las vías que circunvalan un núcleo urbano. EN el caso de la tercera Ronda ha sido necesario instalar viaductos como el de Pocomaco, de 430 metros, el de Lonzas, de 445 o del Mesoiro, de 105 y ejecutar giros para eludir casas, yacimientos arqueológicos como el de Castro de Elviña. Ambos ramales serán controlados por un único radar, que puede controlar ambos sentidos y que resulta más difícil de eludir que el cinemómetro convencional.
La razón es que se utilizan dos cámaras situadas al principio y al final del tramo, que registran la matrícula del vehículo y la hora exacta a la que pasa. Los datos son remitidos a un ordenador central en tiempo real, que calcula la velocidad media que ha mantenido el coche en el tramo.   En el caso de que el resultado de esta sencilla ecuación determine que se ha excedido el límite de velocidad, el ordenador envía los datos del infractor al centro de gestión de multas de tráfico de León y desde allí se remitirá una carta al infractor.
Con este sistema de control de velocidad ya no bastará con pisar el freno cuando se circule por delante de la cabina de radar para evitar ser interceptado por el flash, sino que habrá que respetar la limitación el todo el recorrido controlado por el cinemómetro, a menos que un desesperado conductor decida aparcar en el arcén y esperar un tiempo prudencial. Por otro lado, si se reduce antes de llegar al tramo vigilado y se viaja por debajo de la velocidad permitida, se puee librar de la multa.