El temporal “se traga” la arena con la que se rellenó la playa del Matadero

El temporal “se traga” la arena con la que se rellenó la playa del Matadero
El temporal “se traga” la arena con la que se rellenó la playa del Matadero

El temporal que azotó la ciudad ayer trajo viento lluvia y se llevó a cambio arena: la playa del Matadero amaneció convertida en roca desnuda. Un panorama desolador que dejaba en los espectadores que acudían a contemplarlo la sensación de que lo mismo habría valido arrojar al mar los 8,5 millones de euros que el Ministerio de Medio Ambiente invirtió en 2012 en la ampliación de los arenales coruñeses. En el relleno de la bahía herculina se emplearon 320.000 metros cúbicos de áridos procedentes de una cantera de Vimianzo, una gran parte de los cuales tapizan ahora el fondo del océano.
Hay que tener en cuenta que el proyecto amplió también las playas del Orzán y Riazor, donde el desgaste es más difícil de percibir, así como la de San Amaro, pero uno de los atractivos que resaltó el jefe de Demarcación de Costas, Rafael Eimil, era que el relleno permitiría ganar más de veinte metros al mar, lo que uniría los arenales de Matadero, Orzán y Riazor en uno solo. Esto se hizo una realidad en el caso de las dos primeras el 20 de abril de 2010 pero lo sucedido parece dar la razón a asociaciones como la ecologista Adega, que había advertido de que el océano se llevaría la arena sobrante.
Lo cierto es que las obras nunca estuvieron exentas de polémica. Demarcación de Costas aseguraba que era necesario porque hacía 22 años que no se aportaban áridos a la playa, pero muchos usuarios de los arenales insistían en que no era necesaria y se organizaron varias manifestaciones y un colectivo ciudadano que intentó para el proyecto. A pesar de todo, la empresa Dragados se encargó de la llevar a cabo la impresionante obra para la que fue necesaria la instalación de una draga submarina que permitió conectar el arenal con el barco que transportaba el material.
En marzo del año pasado ya se notó, tras dos días de alerta naranja por el mar de fondo con olas de cinco metros, que las escaleras que llevaban al arenal acaban entonces en un desnivel pronunciado y ayer fue otra alerta naranja la que acabó de dar el golpe de gracia al Matadero.
En el resto de la bahía, el público invadió la arena, incluso antes de que se levantara el precinto policial, que había clausurado las entradas el día anterior, para disfrutar de las temperaturas todavía agradables para tratarse de principios de noviembre. Algunas bañistas se atrevían incluso a chapotear en el océano a pesar del agua fría.
Pero en Matadero solo se podía ver a algún surfistas en su traje de neopreno haciendo equilibrios entre roca y roca. A Coruña es una ciudad acostumbrada a robar el espacio que necesita al mar, pero este, ayer, había conseguido recuperar un pedazo de lo que era suyo.

El temporal “se traga” la arena con la que se rellenó la playa del Matadero

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