9º-16º
martes | 23 abril | 2024
El teléfono contra el acoso escolar del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 900 018 018 recibió en sus seis primeros meses de funcionamiento un total de 15.536 llamadas, de las que un total de 5.734 responden a posibles casos de “bullying”.
Este recurso gratuito, atendido por una veintena de profesionales las veinticuatro horas del día, los 365 días del año, arrancó el pasado 1 de noviembre de 2016. Su primer medio año de funcionamiento coincide con la celebración del Día Mundial contra el acoso escolar ayer.
“El acoso escolar no puede ser un grito silencioso . Llama si necesitas ayuda. Somos muchísimos los que te queremos apoyar”, indicó ayer en la red social Twitter el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo.
A mediados de abril, el Ministerio de Educación informaba de que había trasladado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado 74 casos y otros 156 a la Alta Inspección educativa para que sean investigados.
Por su parte, el Valedor do Pobo reclamó ayer “contundencia” y un abordaje “multidisciplinar” para combatir el acoso escolar, al tiempo que apostó por que se preste más atención “al sufrimiento de las víctimas”.
Poner freno
A través de un comunicado la institución que dirige Milagros Otero lamentó que las medidas de detección, prevención y tratamiento y las campañas de sensibilización “no hayan conseguido poner freno a esta realidad”.
“Percibimos que los esfuerzos se centran excesivamente en tipificar la conducta, sin prestar la suficiente atención al sufrimiento de la víctima”, indicó el Valedor, que recibe cada año “multitud de quejas en relación con esta problemática” tanto en Secundaria como en Primaria.
El Valedor subrayó que el 27,5% de los 8.000 participantes en una encuesta realizada por el Defensor del Pueblo al inicio de este curso afirmaba conocer incidentes de violencia o acoso en sus respectivos centros. “El dato resulta preocupante y requiere de atención inmediata por parte de los ombudsman y de las instituciones educativas”, afirma.
El organismo se hace eco “de las reivindicaciones” que realizan las familias por medio de sus quejas y apuesta por medidas como “reforzar la vigilancia en las entradas y salidas de los centros y en los espacios comunes.
