Técnicos de la Xunta decretan sequía en las cuencas del Mero, Mendo y Mandeo

Técnicos de la Xunta decretan sequía en las cuencas del Mero, Mendo y Mandeo
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La del río Mero y las del Mendo y el Mandeo junto a los que desembocan en la ría de Betanzos son dos de las seis zonas diagnosticadas ayer con sequía en la franja A Coruña-Pontevedra por la oficina técnica, compuesta por diversos organismos de la Xunta.

Los expertos recomendaron la declaración de la alerta y Augas de Galicia lo confirmará el viernes en el próximo consejo rector, después de activarla ya en la cuenca de Miño-Sil, para pintar hasta seis puntos rojos más sobre el mapa de la demarcación Galicia-Costa.

Además de las de la comarca coruñesa, están las del Verdugo, Lagares y Baíña y las de Oia y O Rosal, que vierten a la costa atlántica. En la provincia, también padecen sequía las del Castro y los Xallas y Cee, un panorama excepcional en una comunidad “anfibia” por naturaleza, que nota ya los efectos del cambio climático.

Sin embargo, los municipios a los que surte de agua Emalcsa no tendrán restricciones en el suministro, según confirmó la empresa, que señaló que la capacidad del embalse supera una décimas el 50% de capacidad.

 

Garantía

Aún así, no tienen previsto aplicar medidas que afecten a los hogares a corto plazo. Para los expertos, el nivel de la presa es suficiente para garantizar que siga saliendo agua de los grifos las 24 horas del día.

De esta forma, la ciudad y los ayuntamientos de Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Sada, Bergondo y Carral no tendrán que llenar cubos y tinas por el momento.

Emalcsa recuerda que tal y como reconoce Augas de Galicia, el paso de prealerta a alerta por sequía obedece al bajo caudal de los ríos, pero las reservas que se acumulan en el embalse de Cecebre permiten por ahora, seguir teniendo acceso sin tomar medidas especiales.

En cualquier caso, aseguran que los primeros pasos a dar para que la infraestructura regrese a parámetros habituales serían limitar el riego de los parques y jardines y el baldeo de calles con agua, entre otros, antes de afectar directamente a las casas, que entrarían en un segundo bloque.

No obstante, Emalsca hace un llamamiento al consumo responsable y a la colaboración ciudadana a través del ahorro de agua, para darle un mayor rendimiento a las reservas disponibles.

Como ya se hizo la semana pasado, la firma pública municipal insta a la Xunta a agilizar la tramitación de la quinta concesión del embalse de Cecebre, para poder ejecutar cuanto antes su conexión con la laguna de Meirama, lo que duplicaría la capacidad de almacenamiento de agua. Esto supondría una garantía de líquido en los municipios de A Coruña para los próximos 100 años, según Emalcsa.

Por su parte, del director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, informó de que estas seis son las que llevan más meses alejadas de la normalidad con un déficit de caudal por debajo del 50%. Insistió también el responsable que el uso prioritario de abastecimiento de la población “sigue garantizado” y que “no tendrá efecto inmediato sobre la ciudadanía”.

Atención especial

Además de estas primeras voces de alarma, en un segundo plano está el sistema del río Lérez sobre el que prestarán especial atención porque en los dos últimos meses está en una pendiente de alejamiento de los valores normales. Por no ser tan persistente en el tiempo como estos seis, se libra de la calificación. La situación de los ríos Tambre y Ulla “no empeoran”, señaló, pero sus afluyentes como el Furelos comienza a tener complicaciones.

Fuentes de Emalcsa calculan que las reservas seguirán bajando, pero que las previsiones meteorológicas anuncian lluvias para el mes de noviembre y esto es cuando menos alentador.

Aún así, con lo que hay daría para distribuir este bien común durante meses en una ciudad donde duermen algo más de 243.000 coruñeses, que no tendrán por qué preocuparse. De todas formas, los organismos insisten en que todo comportamiento individual positivo ayudará a evitar que el Gobierno autonómico decida compensar la bajada del nivel de las presas con cortes de suministro.

Si el pronóstico del tiempo no falla y el próximo mes viene rebozado de precipitaciones, los embalses recuperarán su imagen habitual, algo que dista mucho de la realidad con una infraestructura como la de Cecebre, donde ayer se veían grietas sobre la tierra normalmente mojada. Por su parte, los árboles que se concentran en la orilla dejaban ver sus raíces.

Técnicos de la Xunta decretan sequía en las cuencas del Mero, Mendo y Mandeo

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