Tampoco al océano se le pueden poner puertas

Tampoco al océano se le pueden poner puertas
El Ideal Gallego-2015-06-07-013-c9bb82ac_1

Confundir el Aquarium Finisterrae con el Instituto Oceanográfico es un poco como confundir un pez con un delfín: los dos tienen el mar como elemento, pero son especies diferentes. La Casa de los Peces está destinada sobre todo a la divulgación, mientras que el Oceanográfico se encarga de la investigación. Es por eso que es la menos conocida de las dos instituciones, y por lo que ayer celebró su jornada anual de puertas abiertas, en la que explicaron la labor que llevan a cabo. Por ejemplo, comprobar la salud de los caladeros de pesca.
En sus instalaciones situadas frente al dique de abrigo, los visitantes pudieron encontrarse con nasas y redes de arrastre, ejemplos de artes de pesca que los biólogos marinos también emplean, o un acuario con más de treinta especies de moluscos, peces y crustáceos donde el director del centro, Santiago Parra, explicaba ante una fascinada audiencia las particularidades de cada animal, sacándolo del agua para que todos pudieran verlo: “Hay bastante nivel, pero sobre todos los niños solo conocen las especies comerciales, así que a todos les gusta mucho”.
Todos los animales pescados, desde nécoras a cangrejos pasando por santiaguiños a espirógrafos, serían devueltos al mar tras concluir su involuntaria participación en la jornada de puertas abiertas. Otros no tuvieron tanta suerte, porque además de talleres de papiroflexia y una exposición, había una taller de anatomía de peces donde los niños asistieron encantados a la disección de ejemplares. Por el bien de la ciencia, claro.

Tampoco al océano se le pueden poner puertas

Te puede interesar