Los sueños cerveceros que darán a luz tres nuevas variedades en 2017

Los sueños cerveceros que darán a luz tres nuevas variedades en 2017
La compañía no deja de experimentar con lúpulos y maltas pedro puig

No quieren alejarse de sus orígenes artesanos y encima tienen claro que quien no arriesga no gana. En Hijos de Rivera no paran de investigar para “sorprender y divertir” al consumidor final y este año confían en poner en el mercado de manera temporal hasta tres nuevas versiones del líquido que les ha llevado al estrellato.

“Ignacio nos ha dicho que soñemos, nos lo dice muchas veces”, confesó ayer el maestro cervecero de la corporación, Luis Albar, y en esas está su equipo. El creativo del lúpulo y las maltas hablaba de las recomendaciones del consejero delegado, Ignacio Rivera, que a su vez puntualizó que la única prohibición “son los aditivos”. No quieren cervezas con productos extraños de por medio.

Con esa premisa el equipo de cinco personas –una de ellas en la filial brasileña– comandando por Luis Albar lleva meses trabajando para diseñar tres nuevas propuestas de cerveza de carácter estacional. Seguirán la estela de otros inventos de la factoría como la Red Vintage o la Black Coupage que, aunque siendo temporales, podrían convertirse en un miembro más de la familia si el público responde bien.

“La idea es lanzar tres cervezas de aquí a final de año; el año siguiente el doble y el siguiente otra vez el doble e interaccionar con los consumidores”, aclaró Rivera, que se congratuló de estrenar en sociedad uno de esos tres experimentos a los que les falta terminar algunos matices.

Atados a la tierra y al mar
Tras la presentación de resultados de 2016, se realizó una cata –tan solo un día después de que la bebida llegase a los paladares de los responsables de Hijos de Rivera– en la que Albar destacó los toques a laurel y pimienta negra del nuevo zumo de cebada. “Hemos trabajado con algo tan característico de Galicia como el laurel”, contó, si bien quizá busquen los sabores de otras autonomías para ver si aportan algo distinto.

Las frutas, los productos de tierra y mar y algunas materias primas de Brasil también están muy presentes en el laboratorio de la fábrica de A Grela en estos tiempos en los que pretenden ilusionar al cliente con cosas nuevas.
En esa misma línea trabajan en el desarrollo del barril no retornable para distribuir Estrella Galicia por media Europa. Para Norteamérica se guardan una revitalización de la filial y un experimento de prueba-error en el segmento de las kraft, muy desarrollado allí.

Rivera, que confesó que las catas de novedades “son divertidísimas”, no da plazos pero sueña con “entrar en esa liga y ganarla antes de la jubilación” . Sobre el futuro revela: “Nuestro objetivo no es ser la cerveza más vendida sino la más querida”.

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