“Stephanie” provoca numerosas salidas de Bomberos ante posibles desplomes

“Stephanie” provoca numerosas salidas de Bomberos ante posibles desplomes
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Tal y como preveía Meteogalicia horas antes, \“Stephanie\” –la última ciclogénesis que pasó por la ciudad– se presentaba en la medianoche de ayer, poco antes de que el teléfono de Bomberos empezara a sonar. Llamaban del número 84 de la avenida de Arteixo ante el posible desplome del tendal de una vivienda. Desde este primer aviso, los operarios contaron hasta nueve más hasta que a las dos de la mañana el viento comenzó a amainar y de la alerta naranja, se pasó a la amarilla en la costa y en tierra.
En ese intervalo de tiempo, el camión de Bomberos se pudo ver en la calle de Manuel Azaña, donde pasadas las doce se alertaba de que en el colegio Pardo Bazán, una chimenea metálica amenazaba con caerse. A las 12.20 horas, tan solo diez minutos más tarde, \“Stephanie\” enseñaba sus zarpas en el número 5 de Médico Rodríguez rompiendo una de las ventanas del bloque y en cuestión de diez minutos, otra unidad se desplazaba a San Pedro de Visma para retirar uralitas en el número 28. A eso de las 12.45 horas, un segundo ventanal se rendía ante los embistes del temporal y provocaba un susto a los vecinos del número 7 de la plaza de Pontevedra.
A la una de la mañana y con ráfagas que llegaron a los 97 kilómetros por hora, la alarma se encendía en Ronda de Outeiro, 234. Allí, el alféizar de una ventana estaba a punto de caerse al mismo tiempo que una antena en la calle de Alfonso VII abandonaba su verticalidad. A las 01.15, los Bomberos aparcaban en la avenida de Finisterre, 20, para evitar que una plancha metálica que cubría el motor del aire acondicionado no provocara mayores consecuencias.
En otro punto de la ciudad, en la calle de Londres un árbol se caía por la fuerza del temporal. El reguero de incidencias de la madrugada pasada daba paso a otra serie de desperfectos que descubrían los coruñeses al abrir un ojo. Entre ellos, los universitarios, que comprobaron que \“Stephanie\” no pasaba de largo por Elviña y hacía tambalear a algunas uralitas del campus.
A las 08.30, una dotación de bomberos acudía al perímetro como punto de partida de un itinerario matutino, que les llevó por la calle de Oriente donde una placa solar se soltaba de su soporte y por la ciudad deportiva de La Torre, en la que tuvieron que retirar los mástiles que sujetaban unas lonas que hacían de separadores porque amenazaban con desprenderse del suelo.
Salvo estos últimos incidentes, ni la Policía Local ni Bomberos registraban nuevos avisos. El temporal daba un respiro a la ciudad que veía por la mañana cómo hasta el sol se asomaba tímidamente. Aunque las olas volvían a llegar a los diez metros y sobrepasaban el paseo con la pleamar de madrugada, lo que queda de paseo marítimo resistía al ataque y no se producían estampas como las de días anteriores. Con un dispositivo de seguridad por parte de la Policía Local instalado durante toda la noche de ayer y el acordonamiento de playas, parques y jardines, \“Stephanie\” se marchaba sin pena ni gloria por una península que era testigo de cómo sus otras \“hermanas\” protagonizaban importantes destrozos

“Stephanie” provoca numerosas salidas de Bomberos ante posibles desplomes

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