Las sonrisas inocentes que salvan tiempos difíciles

Las sonrisas, a medias inocentes a medias hechas adultas a base de los golpes de la vida, lucen desde ayer en el Ágora gracias a la muestra “Sonrisas para tiempos difíciles”. Medio centenar de instantáneas en blanco y negro compone quizá una de las colecciones más personales del fotógrafo Luis Gago.

El autor, acostumbrado a recorrer medio mundo contando realidades, se embarcó en un proyecto para mostrar los escasos gestos de felicidad de un nutrido grupo de alumnos del Instituto Agra del Orzán cuyas vidas están próximas a la exclusión social o las situaciones familiares desestructuradas.

A petición de su amigo Juan Carlos Freire, crítico de arte y profesor de Filosofía de los protagonistas de las imágenes, el fotógrafo tuvo que entablar cierta relación personal con los estudiantes para arrancarles la sonrisa “de manera espontánea y natural” que a veces tanto les ha faltado.

Lo contaba su maestro, Juan Carlos Freire, que reconocía que ni él ni muchos compañeros habían logrado conocer las sonrisas de algunos de sus alumnos hasta el momento en que empezó este proyecto para demostrar que ese simple gesto de felicidad cambia emociones más adentro.
A esto también ayudó que el retratista se encerrase durante tres días en un improvisado estudio en un aula del instituto contando sus aventuras por el mundo a algo más de un centenar de niños. Al final la confianza y el buen humor fueron rodados.