“Solo llegamos a un 10% de la gente que nos necesita en A Coruña”

María Antonia Pérez Ameiro lleva un año como presidenta de la Asociación Pro Enfermos Mentales (APEM). Asumió el cargo cuando falleció su marido, José Luis Muruzábal aunque en el proyecto participó desde el principio, en 1980. Por otra parte, María Esther Monterroso es psicóloga de formación y directora de la asociación desde el año 93. El marido de Toni dejó tras su muerte una serie de líneas estratégicas que ahora siguen. APEM trabaja fundamentalmente por la defensa de los derechos y los intereses de las personas que sufren alguna enfermedad mental en toda el área sanitaria de A Coruña, donde tienen en marcha siete centros de rehabilitación, aunque su sede se encuentra en el barrio de Las Flores.

¿Por qué tantos centros?
(Monterroso) Porque la filosofía de APEM es acercar lo máximo posible el servicio al que lo necesita, por eso hemos dispersado los servicios: funcionamos en A Coruña, Carballo, Betanzos, Cambre, Cee y Vimianzo.

¿Qué enfermedades atienden?
(Monterroso) Nosotros atendemos toda clase de trastornos, no tenemos ninguna cortapisa. Ahora ¿qué es lo que más nos llega a nosotros? (Amieiro) Esquizofrenia. Son pacientes medicados y tratados y luego vienen a estos centros.

Y ustedes...
(Monterroso) Hacemos un seguimiento que es importantísimo, porque si no, muchos de ellos, quedarían por ahí: no irán a la consulta, no tomarían la medicación.

¿No?
(Amieiro) No, porque tiene efectos secundarios, los “aplana” un poco, así que hay que moverlos muchos para que vengan temprano, y todos los días.  

¿Atienden a mucha gente?
(Amieiro) En total, entre gente que está de alta, vivienda, inserción laboral, estamos en torno a 500 personas atendidas directamente. Y solo llegamos a una parte mínima, porque cubrimos toda el área sanitaria.

¿Qué quiere decir?
(Monterroso) Entre el 0,7 y el 1% de la población, según la OMS, tiene trastornos mentales. Así que en A Coruña, entre 2.000 y 2.500 personas pueden sufrir enfermedades como esquizofrenia o ser bipolar.

¿Qué les suele ocurrir?
(Monterroso) De estas personas hablamos de los tres tercios: el primer tendrá un brote, se va a tratar y lo superará. El otro tercio necesitará ayuda porque el tratamiento será más largo pero también podrá seguir adelante.

¿Y el tercero?
(Monterroso) El otro tercio va a necesitar ayuda siempre y ese es nuestro tercio: 700 y 800 personas solo en A Coruña. Y aquí tenemos solo 80 plazas. Así que estamos llegando solo a un 10% de los que nos necesitan.

¿La demanda ha aumentado?
(Monterroso) Nosotros, carga de trabajo tenemos siempre. Y cada vez más. Y por eso reclamamos un aumento en el número de plazas de servicios, porque lo tenemos muy por encima de los que nos financian, gracias a los asociados (tenemos casi 600) y a entidades privadas que es a donde nos estamos dirigiendo.

¿Por qué? ¿Les han recortado las subvenciones?
(Amieiro) Nuestras subvenciones están congeladas desde 2009, así que muchos recortes no nos pueden hacer. (Monterroso) Pues que el programa de 065, que se encargaba de trasladar a los enfermos, ha sufrido muchos recortes, y desde la Xunta nos dijeron hace dos días que ya no pueden acercar a nuestros usuarios a los centros.

¿Entonces los recortes han hecho más difícil su labor?
(Amieiro) Claro. Lo que apuntaba Esther, el transporte, por ejemplo. Aquí la población está muy diseminada, así que para acercarse a recibir una asistencia tienen que recorrer muchos kilómetros. Eso afecta a 14 solo en Carballo.

¿Sus usuarios están muy dispersos?
(Monterroso) Sí, y el problema viene, además de por la retirada de la ayuda del 065, por la inexistencia de transporte público metropolitano.

Entonces, es todo un reto.
(Monterroso) Lo es, pero no podemos mirar todo lo que tenemos por hacer, sino lo que hemos hecho. Tratamos de ser positivos.

¿Pero hay motivos para serlo?
(Amieiro) Se ve que la asociación quiere seguir avanzando. Ese es nuestro lema: “Avanzar, avanzar, y avanzar”. (Monterroso) Pero porque vemos que lo estamos haciendo bien. Asociaciones como la nuestra están tratando de provocar un cambio social.

¿Cuál ha sido ese cambio?
(Monterroso) Hemos pasado en pocos años (30) de que las personas con enfermedades mentales estuvieran ingresadas de por vida en un manicomio a que estén en el exterior y tengan un trabajo. No podemos consentir que se vuelva a atrás. (Amieiro) Y es que hay quienes quieren volver a atrás.

¿Quiénes?
(Monterroso) El Gobierno aprobó la reforma del código penal en octubre permite ingresar a alguien de por vida. (Amieiro) Es terrible. Nos afecta de una manera bastante importante. Es volver a la era de los manicomios.

¿Pero no es la esquizofrenia  una enfermedad crónica?
(Amieiro) Depende. Puede serlo, pero es como el que tiene un problema de corazón, y sin embargo tiene una vida normal y trabaja.

¿Cómo lo consiguen?
(Monterroso) Tenemos programa de psicoeducación en la que ellos reciben información, que sepan qué tienen que tomar, cuáles son un efectos secundarios... Para que se hagan cargo de sí mismos.

 ¿Pueden hacerlo?
(Monterroso) Sí porque, además, está demostrado que no son más agresivos que la población normal. Cuando pasa algo, es porque esa persona no está siendo tratada y se defiende contra sus alucinaciones.