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sábado | 20 abril | 2024
La primera reunión entre la Concejalía de Medio Ambiente y la planta de Sogama para trasladar allí las cerca de 5.000 toneladas de rechazos (restos de la basura tratada) terminó ayer sin un acuerdo, y ambas partes no volverán a reunirse hasta el lunes de la semana que viene. El motivo es el alto precio por tonelada que exige Sogama (una planta de la que es propietaria la Xunta): 62 euros + IVA. Es el mismo precio que exige a los otros 200 municipios que trasladan allí su basura, pero el problema es que no se está hablando de basura, sino de rechazo. Es decir, que ya ha sido tratado. Ambas partes se niegan a ceder, de momento.
El precio que ofrece Sogama está por encima del mercado de rechazos. En una planta de desescombros, por ejemplo, el rechazo alcanza los 52 euros como precio máximo por tonelada y metro cúbico (si un metro cúbico pesa menos de 200 kilos, se le cobra más). Antes de que se le prohibiera hacerlo tras recibir quejas vecinales, Nostián enviaba sus rechazos a Grixoa, y pagaba por ello el precio fijado por convenio de alrededor de 40 euros por tonelada. Es decir, que el precio que ofrece Sogama supone un sobrecoste de más del 35% que la empresa gestora de Nostián, Albada, se niega a asumir.
Discrepancias
A día de hoy, Sogama no recibe rechazos de ninguna otra fuente, solo basura sin tratar, y la cobra al precio antes mencionado (62 euros por tonelada) y asegura que los rechazos que se acumulan en Nostián no son tal, sino basura, puesto que no han sido tratados adecuadamente. “Os técnicos de Sogama din que ainda hai marxe para o tratamento”, aseguran desde la Xunta. Así que el principal problema estriba en determinar si lo que se continúa acumulando en Nostián es rechazo o basura.
Los técnicos de ambas plantas difieren en su diagnóstico: mientras que los de la Xunta aseguran que aún existe margen para el tratamiento, desde el Ayuntamiento aseguran que se cumple el requisito fundamental: se ha eliminado el cristal y el vidrio y, sobre todo, según la ley autonómica de 2015, supera 10% de carbón orgánico.
Por eso desde el Ayuntamiento se resisten a pagar el llamado precio “solidario” que imponen al resto de los municipios sin tratar. Por el momento, se van a seguir negociando.
Escasas opciones
Conviene recordar que los rechazos llevan acumulándose en la explanada de Nostián desde abril, bajo la estricta supervisión de los técnicos de Medio Ambiente. Por el momento, no se ha denunciado a la empresa, supuestamente, porque cumple con los requisitos sanitarios, aunque se le haya apercibido para que retire el material, como es preceptivo. El problema es que, a día de hoy, hay muy pocas salidas puesto que la mayor parte de los vertederos gallegos están saturados y no tienen capacidad para el volumen de material que se acumula en Nostián. La única opción viable sería el de Gestal Medioambiental, en Sobrado dos Monxes.
Por supuesto, esta concesionaria podría elevar el precio de la tonelada en función de la ley de la oferta y la demanda, hasta precios que para Albada también resultarían prohibitivos. “El problema es que los precios que se han estado pagando en el mercado han ido aumentado en los últimos quince años”, apunta un experto. En las épocas más baratas eran de poco más de 20 euros, hasta alrededor de los 50 que se pagan actualmente.
Es un problema, el de los rechazos, al que se enfrentan todas las plantas de tratamiento de basuras, excepto Sogama, que cuenta con su propio vertedero, enorme, con espacio suficiente para Nostián. Si paga.
