Los socorristas no tuvieron que realizar ni un solo rescate durante el primer mes de la temporada

Los socorristas no tuvieron que realizar ni un solo rescate durante el primer mes de la temporada
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Cuando uno acude a la playa, lo hace para relajarse al sol. Eso suele ser verdad para los veraneantes, pero esta temporada también lo es para los socorristas de servicio de salvamento, que no han tenido que zambullirse ni en una sola ocasión para rescatar a nadie en el primer mes de servicio. De hecho, las fuentes municipales aseguran que el número de intervenciones se ha desplomado hasta un 30% con respecto al año anterior, que ya se había caracterizado por su tranquilidad.

En gran parte, el tiempo ha sido el responsable, puesto que la inestabilidad atmosférica ha alejado al público de las playas. Se calcula que no han llegado a los 170 las actuaciones llevadas a cabo por socorristas. Además, ninguna tan grave que haya sido necesario practicar una reanimación cardiopulmonar. De hecho, las dos intervenciones más importantes que han practicado los socorristas en lo que va de verano fue el día 15 de este mes, cuando un vehículo volcó en el Paseo Marítimo a la altura de la calle Sol, fue una colisión múltiple entre tres turismos con el resultado de que uno de ello salió despedido, dando vueltas de campana, arrancó de cuajo un semáforo y acabó volcado sobre el acceso al párking subterráneo. Los primeros en llegar al lugar de los hechos fueron los socorristas de la playa del Orzán.

El día 20 este mes, un pescador rescató el cuerpo de un hombre de 42 años de una playa rocosa frente al Millennium. El trágico suceso tuvo lugar alrededor de las seis y media de la tarde de ayer. Según las primeras informaciones, la víctima se encontraba a ras del agua cuando se precipitó al océano, golpeándose con las rocas que asomaban desde el fondo. Los exámenes médicos preliminares apuntan a que se rompió el cuello a consecuencia de la caída y que debió morir inmediatamente, o casi, pero fueron los socorristas de Riazor los que llegaron primero al lugar de los hechos y le practicaron la RCP hasta que la doctora de la ambulancia medicalizada dictaminó su muerte, quince minutos después.

Sin fallecidos en 2018 
El año pasado, la temporada de playas, que finaliza el 25 de septiembre oficialmente, se cerró con 608 incidencias, y se consideró una de las más tranquilas de los últimos años. No solo no hubo ningún ahogado, sino que tampoco hubo que lamentar ningún fallecido por accidente cardiovascular, algo muy habitual por los veraneantes de más edad. Si se mantiene la actual dinámica, puede que este año se bata la marca de 2018, aunque la asistencia las playas aumentará previsiblemente a partir de ahora. 

Las intervenciones más habituales que atienden los socorristas son los cortes, con piedras o con cualquier objeto oculto por la arena, seguidos de los traumatismos y las picaduras de escarapote, que son especialmente activos  en la playa del Orzán, En cuanto a los objetos punzantes, en los últimos años la cifra de heridos por este motivo no ha dejado de bajar, y desde el Ayuntamiento opinan que se debe a los esfuerzos por recoger los restos de los arenales tras las celebración de la Noche de San Juan.

Los socorristas no tuvieron que realizar ni un solo rescate durante el primer mes de la temporada

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