Los socorristas realizan los primeros rescates del verano en la playa de Oz

Los socorristas realizan los primeros rescates del verano en la playa de Oz
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El mal tiempo, con vientos fuertes y cielos de un gris ceniciento mantienen a todos, excepto a los bañistas más impenitentes, alejados de las playas, pero eso no quiere decir que no los socorristas no hayan tenido que intervenir para salvar vidas hasta en dos ocasiones. Las dos, en la playa de Oza, que un año más destaca por ser el escenario habitual de esta clase de incidentes. Hay que tener en cuenta que el año pasado se efectuaron 16 rescates en los primeros dos meses de verano, y que siete de ellos fueron en este arenal, mientras que el Orzán fue el escenario de tan solo cuatro rescates, Matadero de tres y Riazor, solo de uno.
Ya en 2013 se repitió este misma tendencia: los servicios de salvamento llevaron a cabo una docena de rescates. Las autoridades sospechan que es la proximidad de la playa de Santa Cristina y el hecho de estar situado en la desembocadura de la ría de O Burgo lo que anima a los nadadores menos prudentes a adentrase demasiado en el agua. En estos casos suele emplearse la moto acuática,  que tiene la ventaja de que permite acercar a la víctima a la playa con mayor facilidad.
Por otro lado, la mayor parte de las personas que necesitan un rescate en Oza no corren un riesgo tan grave como las de las playas de la ensenada del Orzán, que mira al mar abierto y donde el oleaje suele ser más fuerte, mientras que en la ría de O Burgo las aguas suelen ser más tranquilas, que es una de las razones por las que los bañistas se aventuran más lejos.

caen las incidencias
Por lo demás, el único efecto positivo del mal tiempo es que ha supuesto un bajón en el número de incidencias que han tenido que atender los socorristas. Según estimaciones de fuentes municipales, desde que se inició la temporada de playa, a mediados del mes pasado, y hasta la semana pasada, habrían sido algo más de cien las incidencias recogidas, lo que supone un desplome de casi del 50%.
En su gran mayoría estas incidencias no son más pequeños cortes en las playas, sobre todo en las de Oza, Riazor y Orzán, que se solucionan con una rápida visita al puesto de socorrismo para desinfectarla y cubrirla con un apósito y una tirita. Algún esguince, mareos, ampollas, y traumatismos componen el cuadro de un verano que transcurre muy plácidamente después de que nada más empezar, el 15 de junio, dos bañistas tuvieran que ser  trasladados al Complejo Hospitalario Universitario debido a golpes de calor, uno en la playa del Orzán y otra, en la de San Amaro. Siguiendo los protocolos en caso de pérdida de conocimiento, los dos pasaron por un chequeo en el Hospital.
Pero el calor de aquellos días es solo un recuerdo. De hecho, los más de veinte días que han transcurrido desde entonces solo se ha tenido que atender a una persona por culpa de abrasiones debido al exceso de sol lo que prueba que Lorenzo, estos días, se limita a atisbar entre las nubes.

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