El socavón de Durán Loriga mantendrá la calle cortada por tres semanas

El inestable suelo arenoso del centro de la ciudad vuelve a demostrar su carácter traicionero. Si, el jueves, el socavón de Durán Loriga parecía poca cosa, algo que se podría solucionar con un poco de cemento y asfalto, ayer los operarios cavaban para descubrir que se había producido una cavidad bajo el firme y que era necesario rellenarla. El concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, visitó en persona las obras, que podrían prolongarse tres semanas, con lo que se situaría a la altura de la que en febrero cortó la calle Rubine, después de los últimos temporales. 
Los pararelismos entre los dos casos saltan a la vista. No solo se trata de que boquetes abiertos en el subsuelo arenoso, sino que también en ambos casos el origen del boquete fue una rotura en un pozo de saneamiento. Al romperse, la arena comenzó a llenar el espacio, dejando así un hueco entre la red de saneamiento y el asfalto. Éste empezó a hundirse inmediatamente bajo el peso de los vehículos. 
Por eso se tardará tanto en repararlo: es necesario extraer toneladas de áridos para poder llegar hasta el lugar de la avería, limpiar las canalizaciones, reparar la rotura, cubrirla de arena de nuevo y, finalmente, asfaltar la calzada. 
Tampoco será la primera vez que se haga: la calle de Durán Loriga está llena de parches de asfalto que demuestran lo inestable del firme. Pero, de momento,  se sigue agradando el boquete, que ayer llegaba ya a más de tres metros de profundidad. Además, hay que tener en cuenta el mal tiempo que reinará a partir de hoy y que probablemente demorará los trabajos. A pesar de ello, no se espera que sean tan complicados como los de la avenida de Rubine, donde fue necesario cavar tanto que se instaló una estructura metálica para entibar la arena e impedir que se derrumbara enterrando a los trabajadores.