Un usuario del Refugio de Padre Rubinos anunció ayer que dormirá a las puertas de esta institución como protesta por lo que considera una expulsión injusta, que le impide volver a ser acogido. José Antonio Sánchez García, mecánico de profesión, explicó que todo surgió a raíz de una discusión que mantuvo con al asistente social respecto a la tramitación de los subsidios.
Según cuenta, habían tramitado tres solicitudes, y dos fueron denegadas. “Pero la asistente me dijo que podía solicitar una cuarta y que para eso me aconsejaba solicitar la alta médica”, recuerda Sánchez. Como él sufre una minusvalía del 19%, .aquello le hizo estallar: “Reconozco que levanté la voz y que perdí los nervios”.
Injusticias
Sin embargo, el sintecho asegura que no se comportó de forma violenta en ningún momento. “La chica me dijo que me fuera y luego vino el director, y me dijo que estaba expulsado durante tres meses”, se lamenta. El afectado también asegura que el director del centro no resulta de trato fácil: “Nunca sonríe, y produce miedo a los demás”. Por otro lado, insiste en que no es la primera vez que es injusto con un usuario. “Echó a un joven francés al que acusaron de robar y era falso. Lo sé porque él no sabe francés y yo sí y hablé con él”, recuerda.
En su opinión, algo debe ir mal cuando hay quien duerme en bancos estando al lado Padre Rubinos. Y hasta que le readmitan, él lo hará delante mismo de la puerta de acceso.