La Sinfónica expande su sonido por la ciudad para celebrar el Día de la Música

Decía el escritor francés Victor Hugo que “la música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero no puede permanecer en silencio”. Ese silencio se rompió completamente ayer en la ciudad con la celebración del Día de la Música, que la Orquesta Sinfónica de Galicia conmemoró con una serie de pequeñas actuaciones y con una jornada de puertas abiertas que llenó de ritmo los cuatros puntos cardinales de A Coruña.
Durante la mañana, el equipo de la Sinfónica creó un programa con el que llevar la música allí donde es más necesaria y para aquellos que no pueden salir a buscarla. El Centro Oncológico de Galicia, la Residencia de Mayores de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, la Asociación Pro Enfermos Mentales y el Hospital Abente y Lago recibieron la visita de profesores instrumentistas de la OSG que lograron hacer un poco distinta la jornada en estos lugares, a los que, según los propios residentes y también sus familiares “a veces les hace falta alguna sonrisa más”.
Ya por la tarde, la música regresó “a casa” y en el Palacio de la Ópera organizó durante toda la tarde una jornada de puertas abiertas en la que se lucieron el coro joven, la orquesta de niños, el coro y, por supuesto, la propia banda musical. De Mozart a Morricone, de Haendel a Bizet, de Rossini a Tchaikovski, público y músicos disfrutaron del variado programa.
Porque, al final, la OSG ofreció la música a los coruñeses, pero es que el día, en realidad, era para celebrar que ellos dan forma a las partituras durante todo el año.