Sin el bastón de las subvenciones

Sin el bastón de las subvenciones
La sala Gurugú acogía ayer la presentación del proyecto cinematográfico “9 olas” fotógrafo

proyecto cinematográfico “9 olas”

Como si se tratara de una cooperativa pero con el beneplácito de apoyar a la cultura para que arranque sin tener siempre a las subvenciones como bastón. Así se plantean Elcercano.com y Simone Saibene su próximo proyecto cinematográfico. Lo titularán “9 olas” y saldrá adelante gracias a tres fórmulas de participación.

De esta manera, uno podrá cooperar en el film con diez euros y los padres de la criatura le enviarán una misiva de agradecimiento, además de tener asegurada una butaca el día del estreno. Es lo que se conoce como “Crowd funding”, que se materializa por internet. Sin embargo, también se puede realizar en persona y conocer de paso a los creadores del largometraje. Una historia de ochenta minutos sobre la identidad de las personas que se rodará entre Lobios y Xinzo de Limia y que tendrá los créditos más largos que se recuerden. Porque al lado de los encargados del montaje y el vestuario, junto a los maquilladores, aparecerá una extensa lista de los que han cooperado con 50 euros.

Por último, uno tendrá la oportunidad de tomar parte del proyecto convirtiéndose en accionista del mismo. Por la cantidad de cien euros, el voluntario tendrá derecho al 0,4 de los beneficios que genere la trama a lo largo de los 25 años posteriores al día de su nacimiento. De esta forma, desaparecen las figuras de los mecenas y los padrinos para optar por una alternativa distinta, con la que “Elcercano” ya ha obtenido dos buenas experiencias con la coedición de dos obras de importantes escritores bajo el paraguas de muchas personas dispuestas a invertir sus ahorros en cultura.

De momento, 71 están involucradas en “9 olas”, lo que supone una suma de más de ocho mil euros y la tercera parte de la cinta financiada. Simone confía en que llegarán a verano con el presupuesto completo, unos 24.000 euros, para empezar a rodar en julio y buscar la reflexión de la butaca acerca del proceso de identidad de una persona que más que de construcción, se basa en una deconstrucción aunque el hombre se empeñe en ponerle etiquetas a todas las cosas.

El cineasta italiano cree que cada sujeto se hace y se deshace. Por eso, la intención de mostrarlo de forma clara a través del protagonista, interpretado por Darío Merlini, que borra sus recuerdos después de beber de una fuente en Lobios y tiene que reiniciar el sistema. Para adquirir su identidad verdadera. El hombre, que puede tener tanto 27 como 40 años, apenas da pistas de su pasado y no se sabe su procedencia porque habla varios idiomas. La película cogerá forma con un modo de hacer cine que Simone define de “periférico” y que situará ante el espectador lejos de las vías comerciales.

El director llegó a Galicia hace 17 años atraído por su manera de hacer cine. En este sentido, quiso centrar su tesis doctoral en los proyectos que salían del país, que son “abiertos y cerrados a la vez” y en gente como Cuerda o Amenábar, que cambian su mirada al contacto con Galicia y ofrecen un discurso que bebe de otra estética. Amoldada a los caprichos de la tierra.

Desde hace dos, Simone vive en Ourense hipnotizado por la cultura de una esquina del mapa que funde lo pagano y lo religioso en uno solo. Algo diferente a lo que vio hasta el momento.

De todo esto, también irá “9 olas”. Con el apoyo de muchos bolsillos juntos.

Sin el bastón de las subvenciones

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