“Sienta bien contar lo que te avergüenza”

“Sienta bien contar lo que te avergüenza”
El Ideal Gallego-2014-10-18-013-1eef40cf

Rober Bodegas regresa a las 20.30 horas al teatro Colón con una “Antología sin filtro” y en movimiento, que suena a memorias de persona mayor, pero que viniendo de quien viene, no puede ser más que “el recuerdo de algunos clásicos y nuevas reflexiones”, de un joven que madura sobre tablas de madera. El carballés ya no coge buses rojos para subir al monte de A Zapateira. Tampoco “botellonea” en Méndez Núñez y por eso, asegura que no es coherente que siga hablando de aquello, además “que a los buses les quitaron el torno y me gustaría pensar que fue para que no hiciera chistes”.
Bodegas reconoce que hay material que “sin ser yo viejo”, queda raro que lo cuente: “Los espectadores saben que tengo pasta para cubatas”. De ahí que intente dar con un discurso coherente a lo que es: “Es como cuando los Hombres G volvieron con ‘Has sido tú’ o ‘Lágrimas de cocodrilo’, no, contadme otras cosas”. Rober dice que a su alrededor no pasa nada porque “voy de un lado para otro y cuento lo que veo en mis viajes”. En una lucha constante contra el sobrepeso, Bodegas sacará a los veganos a la palestra porque “hay que reírse de algo y sorprender es muy difícil”. Se da cuenta de que esta gente “no mata ni a un pollo”, pero cree que todo forma parte de una moda y “hay mucha tontería”, a la que se suma el mundo running, “donde hay gente a que le gusta correr, pero otra que lo hace por quedar con una runner” y todo se reduce a la mínima expresión de “intentar gustar”.
Entre risas, deja ver que en su espectáculo hablará de sexo. De experiencias personales en esa idea de que “hay algo muy bonito en contar lo que te avergüenza”. A él le sienta bien sacarlo y que “la gente se ría de algo que me pasó de verdad”. Últimamente, el humorista anda detrás de tabúes sobre cosas naturales que chocan cuando se escuchan en un auditorio, “resultan violentas”, pero es como cuando “una pareja te dice que va a por la parejita”. Parece que no queda raro, señala, pero “te están diciendo que no paran de hacerlo”.
Rober se coloca en la mitad de la tabla clasificatoria para afirmar que su show funciona con el boca a boca: “En Madrid, notaba más público cada día” de un perfil que se afinaba con el tiempo. Ahora que vuelve a casa, solo espera conseguir una buena entrada y comenta que “algún día se cansarán de Rober Bodegas en A Coruña”. Mientras tanto, se torna antológico y sin filtro. n

“Sienta bien contar lo que te avergüenza”

Te puede interesar