Los servicios de emergencia lidiaron ayer con los últimos daños causados por el temporal

Los servicios de emergencia lidiaron ayer con los últimos daños causados  por el temporal
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El mal tiempo continuaba ayer, aunque con menos fuerza de los vivido el jueves, cuando la alerta roja provocó medio centenar de incidencias de diversa cuantía. También continuaban los trabajos de los servicios de emergencias, que acudieron a los lugares donde antes no habían podido hacerlo por exceso de trabajo, como en Comandante Fontanes o en Antonio Ríos, donde el fuerte viento, con rachas que habían llegado a los 100 kilómetros por hora, había doblado farolas que amenazaban con caerse. 

El día anterior, Alvedro había sufrido 24 desvíos, todo un récord histórico que afectó a 3.500 viajeros. Las intensas rachas de viento, que alcanzaron los 100 kilómetros por hora, provocaron que muchos pilotos decidieran cambiar su rumbo. La mayor parte de los vuelos fueron desviados a Santiago de Compostela, donde sí cuentan con los sistemas de aterrizaje necesarios. Otros vuelos fueron pospuestos, como la ruta a Barcelona de Vueling, mientras que dos vuelos de Iberia fueron cancelados ante las inclemencias meteorológicas que ayer ya no afectaron al tráfico aéreo, a pesar de que el fuerte viento continuaba.

Limpieza del Paseo 
Mientras tanto en tierra, costaba un poco más regresar a la normalidad. El servicio de limpieza se encargó de baldear toda la arena arrastrada durante la pleamar hasta el Paseo Marítimo, mientras que los bomberos retiraban las farolas dañadas. Fue necesario cortar durante media hora la calle Comandante Fontanes al tráfico durante media hora a las nueve de la mañana, mientras que en Antonio Ríos la retirada de la farola dañada se hizo a la una de la tarde, en el cruce de esta calle con la avenida de la Concordia, donde no hubo cortes. Por otro lado, en el aérea sufrieron daños considerables, como la cubierta de la piscina de Perillo, que fue arrancado de cuajo en una ventolera. 

En la madrugada del jueves al viernes se puso en marcha por primera vez el plan de emergencias para acoger a los sintecho de la ciudad: se abrió el centro cívico de Os Mallos y se les ofreció bebidas calintes y comida para pasar lo peor de la noche, hasta las nueve de la mañana. Solo acudieron 20 lo hicieron, mientras que entre 15 y 18 se negaron a abandonar sus refugios. 

En esos casos, el Semus se encargó de proporcionarles mantas y bebidas calientes. Desde el Ayuntamiento se muestran moderadamente satisfechos de cómo se ha desarrollado esta medida, que es la primera vez que se implanta desde que, el mes pasado se cerró el centro Abeiro.

Los servicios de emergencia lidiaron ayer con los últimos daños causados por el temporal

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