La sede de Padre Rubinos mantendrá su finalidad social tras la mudanza

La sede de Padre Rubinos mantendrá su finalidad social tras la mudanza
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El traslado de los servicios del Instituto Benéfico Social Padre Rubinos a la nueva sede que se construye gracias a una donación de la Fundación Amancio Ortega está más cerca, pero el presidente de la Fundación Padre Rubinos, Eduardo Aceña, puso fin a la rumorología ayer al descarta que los terrenos que ocupan actualmente se vayan a vender. Respecto a las obras, Aceña no se atrevió a poner una fecha de finalización si bien reconoció que la mudanza será una realidad el próximo mes de septiembre.
Con las obras de la nueva sede de Padre Rubinos, que se ubicará junto al centro comercial de Los Rosales, muy avanzadas, su presidente, Eduardo Aceña, aclaró ayer el uso que tendrán las instalaciones actuales. En algunos círculos se especuló mucho sobre la posible venta de los terrenos pero Aceña zanjó de raíz el asunto: “La parcela va a tener su finalidad social, hay que huir de la idea de la enajenación de la misma”.
De esta manera rechazó la posibilidad de que las instalaciones se derriben después de la mudanza para dar paso, por ejemplo, a edificios de viviendas. De hecho, la propia entidad benéfica tiene sus ideas de cómo aprovechar el inmueble. “El albergue no solo cubre necesidades básicas sino que ofrece talleres ocupacionales y acompañamientos para que los usuarios puedan tener una adaptación”, comentó Aceña.
Lo hizo para contextualizar el plan para crear una “empresa de economía social” que impulse la inserción de los sin techo que acuden a la institución. De esta manera, en una parte del complejo estudian montar una especie de lavandería “en donde se haga reciclaje de ropa, se lave, se arregle en un taller de costura y se venda a precios simbólicos” de manera que haya algún ingreso extra.
Por otra parte, para el espacio que actualmente se destina a escuela infantil se maneja un proyecto de reconversión “en centro de formación homologado” en colaboración con alguna empresa externa que pueda ofrecer prácticas.
“Sabemos que estamos ante un nuevo reto pero un mundo que no tenga retos no vale la pena ser vivido”, comentó el representante de la organización.
Respecto a la parte restante del inmueble que no entra dentro de los planes inmediatos de la propia organización, Aceña aclaró que se está “negociando la posible cesión de la residencia de mayores y el albergue de transeúntes” para captar nuevos ingresos que permitan afrontar los gastos de las nuevas instalaciones. Reconoció que por el momento no hay compañías privadas en el proceso, pero no quiso aclarar con quién negocian.

posibles benefactores
El máximo responsable de Padre Rubinos también rechazó fijar una fecha de finalización de las obras aunque en su día habló de un posible avance en los plazos. Sin embargo, ahora suma a ese tiempo el proceso de equipamiento de todo el complejo. “Pongamos que el 1 de septiembre podamos estar todos allí”, comentó, puesto que pretenden iniciar el próximo curso escolar en su nuevo emplazamiento.
Ahora están en conversaciones para buscar nuevos benefactores que ayuden a pagar los gastos de mantenimiento del inmueble, dado que se pasará de 1.200.000 a 4.000.000 de euros anuales. En este sentido no descarta nuevas aportaciones de Amancio Ortega.
A este y a su mujer los calificó de “los verdaderos arquitectos de la nueva sede” por su aportación de 25 millones (más 5 de IVA) a través de su Fundación. n

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