El sector del metal irá a la huelga tres días más en defensa del convenio

Los operarios del metal irán a la huelga otras tres jornadas durante este mes. Es lo que se acordó ayer con los representantes sindicales en una asamblea celebrada tras mantener el lunes una larga reunión con la patronal en la que no se acercaron las posturas como para apearse de la medida de presión que suponen los paros. En medio del debate entre compañeros, algunos asistentes pidieron que se endureciesen los piquetes informativos para conseguir que las empresas acepten incorporar sus requerimientos al convenio colectivo.
El edificio de sindicatos acogió una asamblea multitudinaria en la que los trabajadores del sector del metal votaron a favor de recurrir a más huelgas, dado que los paros convocados terminan hoy. Lo hicieron después de que los representantes de UGT y CCOO con el secretario comarcal de CIG Industria, Eduardo Caamaño, a la cabeza –por ser el sindicato mayoritario– les explicasen que había tenido la oportunidad de sentarse con una mediadora de las cuatro patronales la tarde anterior sin que se hubiesen aceptado sus grandes demandas. 
Por mayoría absoluta entre los presentes ganó el sí a tomar las calles para informar sobre su problema los jueves 13, 20 y 27. Hubo quien aprovechó para pedirle a los sindicatos que inciten a endurecer las medidas de protesta para presionar a la patronal (dividida en fontaneros, electricistas, talleres de coche y siderurgia). Entre las sugerencias se habló, incluso, de cortar Alfonso Molina. 
“Insuficientes” 
Antes de que se abriese el debate, Caamaño comentó por qué habían dicho no al acercamiento que proponían los empresarios. No dieron por cerrada la mesa de negociación, pero se levantaron porque a las 23.45 horas porque “houbo algunas cousas positivas pero moitas negativas”. La mediadora aceptó conversar sobre el plus de los jefes de equipo, de “desconxelar a antigüidade”, de que el 60% de la plantilla sean fijos, pero para las centrales fueron acercamientos “moi insuficientes”. Entre otras cuestiones, hubo discrepancias en el incremento salarial, el tema de las mutuas y la disponibilidad en las guardias.    
“Temos á patronal moi nerviosa e iso quere dicir que o estamos a facer ben”, espetó Caamaño, en un auditorio a rebosar en el que se vivieron algunos momentos llenos de tensión y gritos de “Folga” o “Lume”. l