Sátrapa pone a desfilar a “La Factoría de Androides” en la sala Nautilus

Sátrapa pone a desfilar a “La Factoría de Androides”  en la sala Nautilus
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La Nautilus será durante tres semanas una “factoría de androides”. Su creador, Sátrapa –el alter ego de un reconocido fotoperiodista– los puso ayer a desfilar por una sala copada por la ficción que no es tanta ficción. Señalan desde el espacio que su universo de criaturas está cada vez más próximo a la realidad. 
Y es que sus esculturas de robots salieron de un momento de crisis derivada por un conflicto laboral, cuando decidió darle cuerda a androides que fabrica con sus propias manos a partir del reciclaje de todo tipo de elementos. 
Sátrapa no solo se los imagina y los crea, también les coloca una vida y una historia de forma que a veces, sus bichos de metal se asemejan a personajes públicos como es el caso del robot Mariano. Su obra se carga así de crítica y mucho humor, al mismo tiempo que Sátrapa canaliza sus inquietudes personales a través de ellos. 
Sátrapa les da una apariencia industrial a golpe de tubos de aluminio, de muelles y de cables que unen las diferentes partes de un cuerpo formado por piezas residuales de madera o de metal, que pasaron a mejor vida. Cada uno de los que pueblan la Nautilus es único y el resultado de un largo proceso de diseño y puesta en escena. La intención del autor es desplegarlos ahora que el hombre lleva 100 años anhelando poner un pie en el planeta rojo. Porque no será fácil, “él único camino hacia el éxito en esas duras condiciones pasa por la ayuda de robots, y es por eso que nace la Factoría de Androides”, apuntan desde el local de la Ciudad Vieja.
Jugando con la fantasía humana de conquistar Marte, Sátrapa aporta su granito de arena con su colección de androides de formas caprichosas y tiernos, a la vez, que acamparán un tiempo en Azcárraga. n

Sátrapa pone a desfilar a “La Factoría de Androides” en la sala Nautilus

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