Las sanciones por saltarse los precintos policiales en las playas pueden llegar a los 600.000 euros

El Ayuntamiento continúa avanzando en un paquete de medidas con mayor poder disuasorio para evitar que los vecinos accedan a las playas y zonas costeras cuando estén activas las alertas por mal tiempo y ayer puso sobre la mesa el dinero que le podría costar a los infractores hacer caso omiso a los cordones de seguridad que acostumbra a colocar la Policía Local. El Gobierno municipal aclaró que las multas podrían ir desde los 100 a los 600.000 euros. También cabe la posibilidad de que se impongan servicios a la comunidad.

Después de que agentes de la Policía Local cursasen cinco denuncias en menos de un día a personas que se saltaron los precintos colocados en los accesos a las playas y algunos puntos del Paseo Marítimo por la alerta naranja, desde María Pita se comunicaron ayer los costes económicos que podrían tener estos incumplimientos que ponen en riesgo la integridad física de las personas.
Atendiendo a varios artículos recogidos en la Ley Orgánica 4/2015, del 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, desde el Consistorio se puntualizó que sería posible castigar los comportamientos inadecuados con multas de hasta 600.000 euros. En concreto, las infracciones graves –que serían aquellas que incurran en la desobediencia o la resistencia a los agentes, en este caso a la hora de acercarse al borde costero aunque esté prohibido– podrían conllevar sanciones de 601 a 30.000 euros.

Los incumplimientos leves serían aquellos que impliquen el movimiento de las vallas, los precintos y otros elementos fijos o móviles colocados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para restringir el paso (o que se obvien todos ellos). En este caso el perjuicio económico para los vecinos y visitantes oscilaría entre los 100 y los 600 euros.

Estudio de las opciones
El Gobierno municipal contempla una tercera tipología ante un delito muy grave, que incluiría requerimientos de dinero de entre 30.001 y 600.000 euros, como así lo comunicó en la tarde de ayer a través de un escrito.

No obstante, la concejala encargada del área de Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, reconoció en Radio Coruña que se estudia la posibilidad de conmutar estas multas por trabajos en beneficio de la comunidad. La edil puntualizó que no todas las infracciones son susceptibles de una resolución por esta vía, pero se valorarían los distintos casos y los perfiles de los denunciados. Esta idea se analiza también para poner en práctica en casos de vandalismo sobre “o mobiliario urbano ou por pintadas”.

Por su parte, el alcalde, Xulio Ferreiro, explicó que hay que estudiar qué sanciones resultarían más efectivas. Al margen de eso reclamó a la ciudadanía “que sexa responsable porque na Coruña temos experiencia de como é o mar” e hizo una llamada de atención especial a los visitantes, que quizá no conozcan tan bien los arenales de la ciudad, para que actúen con “responsabilidade e prudencia”.

Asimismo defendió el trabajo de bomberos, policías y efectivos de Protección Civil que siempre precintan los accesos “con bastante antelación” y recalcó que hay dotaciones pendientes en caso de temporales, como se demostró al evitar los agentes un nuevo episodio de la entrada en el agua por la noche. Pese a todo, Ferreiro recordó que el peligro no es generalizado todo el año sino ante el mal tiempo.