Sancionan a 38 conductores en los controles de alcoholemia de Carnaval

“Cuando los vi, me dije: que sea lo que Dios quiera”. Así explicaba lo que sintió cuando vio el macrocontrol de alcoholemia que se montó ayer a la salida de la ciudad uno de los sancionados. Como él, otras 32 personas fueron multadas por agentes de la Agrupación de Tráfico de al Guarida Civil y cinco por la Policía Local, como parte de un campaña que termina hoy, miércoles de ceniza.
Desde las seis de la madrugada hasta las ocho y media de la mañana, los agentes de tráfico estuvieron desplegados en las principales salidas de la ciudad. Aunque, sin duda, el mayor control tuvo lugar en Alfonso Molina, a la altura de San Vicente de Elviña, donde se formó una larga cola de vehículos.  A medida que rodaban delante de los agentes, los seleccionaban con un gesto.
“Yo traté de pasar adelante, pero me tocó con la luz en el capó”, comentaba el joven conductor. El test de alcoholemia dio 0,35 miligramos por litro de aire respirado. “Al límite, pero me van a multar”, explicó, de bastante buen humor, mientras esperaba con su vehículo aparcado entre otros, algunos de los cuales tuvieron que ser abandonados por sus dueños que no podían conducir. Era su primera vez, mientras que uno de los amigos que viajaba con él es un veterano que confiesa: “Llevo pagados 3.000 euros en  alcoholemias”.

tres delitos
Afortunadamente para él, su amigo tuvo que pasar solo 100 euros, dado que se trataba de una simple infracción. Sin embargo, durante el control los agentes descubrieron a tres conductores que circulaban con una tasa de alcohol tan alta que cometían un delito contra la seguridad vial. Entre ellos se encontraba una joven. “Lo que me llamó la atención –comentó un guardia civil– es que hablaba perfectamente y se tenía en pie. Eso significa que está acostumbrada a beber”.
Tanto la Policía Local como la Guardia Civil aseguran que han percibido un aumento en el número de mujeres que conducen bajo los efectos del alcohol, lo que preocupa a las autoridades. En realidad, 38 alcoholemias positivas no son muchas si se tiene en cuenta que pueden haberse realizado cerca de un millar de tests. “La juventud está ahora más concienciada, pero hay un grupo  que se empeñan en beber y coger el coche”, aseguran.
“Además, esta gente suele arriesgar mucho porque conoce todas las pistas y carreteras secundarias y trata de eludir los controles circulando por ellas”, explican y aunque añaden que ellos también las conocen,  les preocupan los accidentes que pueden tener lugar por culpa de esa conducta. Por lo demás, son optimistas: “Ha habido un ligero repunte en las alcoholemias, pero volverán a bajar”.