San Juan llega con amenaza de lluvia y renovado espíritu ecológico

Las previsiones apuntan a que las hogueras de San Juan ayudarán a muchos a librarse del húmedo frío de la madrugada. Y es que este año, según la Aemet, se avecina una fiesta pasada por agua, con temperaturas muy similares a las de ayer, pero con alta probabilidad de lloviznas débiles. Esta edición también estará marcada por el impulso ecológico que le quiere dar el Ayuntamiento, que ha preparado un gran dispositivo medioambiental en Riazor, Orzán, Matadero, As Lapas, San Amaro y Oza.
El dispositivo especial diseñado por el Gobierno local estará conformado por medio millar de efectivos, que se encargarán de velar por la seguridad, la movilidad y la sostenibilidad del festejo. Así, efectivos de la Cruz Roja, Protección Civil, Bomberos, Policía Local y Nacional, Guardia Civil y Salvamento Marítimo controlarán las playas y los acopios de madera por toda la ciudad, para cuidar que se mantenga el respeto por el patrimonio, el arbolado y los espacios verdes.
El plan de seguridad tiene previsto también la realización de un simulacro a las 20.00 horas en las playas de Riazor y el Orzán, en la que los servicios de emergencias simularán un rescate en el agua con ayuda de un helicóptero de Salvamento, así como la reanimación y evacuación de víctimas, primero a un hospital de campaña en la Coraza y luego al Chuac.
En cuanto al ámbito medioambiental, el Ayuntamiento iniciará el reparto de madera a las 19.30 horas, quince minutos después de la pleamar. Con ello, el Gobierno local pretende “evitar emplee muebles y otros materiales que pueden revestir toxicidad”. En total se repartirán 140 toneladas de madera en 14 puntos distribuidos entre las seis playas principales de la ciudad, en los que también se situarán contenedores de basura, de vidrio y baños portátiles. Del mismo modo, Ecovidro repartirá entre la gente que recicle 3.000 invitaciones para el Aquapark de Cerceda, cinco bicicletas y cinco abonos anuales del Depor. La limpieza de los arenales se iniciará a las 6.30, media hora después del desalojo de la playa. En este contingente estarán entre 60 y 70 personas.
El dispositivo de movilidad está basado en los tres parkings disuasorios de Lonzas, Alfonso Molina y Marineda y en la puesta en marcha de ocho líneas especiales que conectarán los barrios con la plaza de Pontevedra.
Todo ello, para salvar el obstáculo que supone el cierre desde las 19.00 horas del Paseo Marítimo, una restricción que afecta también a los intinerarios de las líneas 3, 3A, 4, 6,6A, 7 y 11. Además, se realizarán cortes menores en otras calles, como el cierre de San Juan y Cantábrico, así como de la placita de Antonio Tenreiro. n