Las salidas de vía en la Tercera Ronda apuntan a fallos humanos

Desde que se instaló el martes el nuevo límite de velocidad en el tramo de la Tercera Ronda que va de la carretera de Baños de Arteixo a Severo Ochoa, no se han registrado más accidentes en este punto negro. El alcalde, Xulio Ferreiro, aseguraba que la vía adolece de defectos en su construcción. Sin embargo, el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, canales y Puertos, Enrique Urcola, defiende la obra: “Es más fácil que sea un error humano que por el trazado”.
Para Urcola, que recorrió la zona para comprobar sus condiciones, “no es un sitio que aparentemente parezca que deba haber accidentes. La entrada para meterse en el tronco son tres carriles y el entrelazado es muy largo, de manera que existe mucha longitud”. Pero, sobre todo, al decano de ingenieros le parece reseñable los grandes destrozos provocados por los choques contra las protección de hormigón. “Es raro, entra como perpendicular”. La función del muro newjersey es desviar el impacto del coche y encaminarlo de nuevo al a calzada, si el golpe es tangencial, es decir, de refilón. “Pero aquí el choque es perpendicular, y para desplazar la barreta tiene que ser un impacto bastante fuerte, a una velocidad bastante alta”.
Urcola prefiere achacar la oleada de siniestros que se ha vivido en las últimas semanas en este punto a una serie de factores: “Puede ser muchas cosas, una velocidad un poco demasiado alta, que lloviera, pisa el freno, le gira el coche...”. También puede achacarse a un despiste, o a la lentitud del conductor al tratar de tomar el desvío hacia el centro comercial Marineda City pero, por otro lado, la longitud de la recta es más que suficiente para cambiar de carril.
“Nada llamativo”
De lo que está seguro Urcola es de que tanto en su trazado como en el pavimento de la Tercera Ronda “no hay nada llamativo”. El alcalde, por ejemplo, comentó la existencia de una junta de dilatación sobre la que patinan los coches al frenar como una de las causas de las salidas de vía. Pero, como señala el decano, “en todas las estructuras hay juntas. Es raro que pegues el frenazo justo encima de la plancha, que está bastante separada del desvío”. Y recuerda que son miles los vehículos que pasan a diario por ese tramo sin que llegue a ocurrirles nada.
Podría ser que hubiese aceite que hiciese al pavimento un poco deslizante, pero no presenta baches ni agujeros.
El Ayuntamiento ya anunció que piensa instalar radares y Urcola pone la última palabra en manos de sus ingenieros de caminos. “Habría que analizar todos los accidentes que ha habido para determinar las causas. Pero es chocante”, admitió el decano. l